viernes, 31 de mayo de 2013

Hugo Hernán BubenikUBA-UTDT-IIGGEmilia SimisonUBA-UTDT-IIGG Néstor Kirchner: ¿significante flotante, vacío o mito? Eje Discurso Político Resumen: El objetivo del trabajo será observar los desplazamientos discursivos que se producen en torno a la figura del ex presidente Néstor Kirchner luego de su fallecimiento para intentar dilucidar cómo es articulada su figura en el espacio discursivo de la sociedad argentina contemporánea. A partir de la perspectiva teórica del Análisis Político del Discurso y de la Teoría de la Hegemonía se buscará dar respuesta a los siguientes interrogantes: ¿cómo permite la referencia a la persona de Néstor Kirchner la articulación de distintas demandas y proyectos?; ¿en qué sentido podría entenderse como un signifícate vacío?; ¿y como un significante flotante?; ¿o se podría estar más bien frente a la construcción de un mito? 1 Introducción .El objetivo del presente trabajo es observar los desplazamientos que se producen en torno a la figura del ex presidente Néstor Kirchner luego de su fallecimiento. A partirde dicho momento, las apelaciones a su persona como punto de referencia se hanmultiplicado cargándose su nombre de diversos significados y connotaciones en disputa.En este contexto, se vuelve relevante el análisis de dichos significados yconnotaciones a efectos de dilucidar cómo es articulada la figura del ex presidente en el espacio discursivo de la sociedad argentina contemporánea. En este sentido, laperspectiva teórica del Análisis Político del Discurso y la Teoría de la Hegemonía propuestas por Ernesto Laclau y Chantal Mouffe aportan una clave de lectura con gran potencialidad.Partiendo de dicho marco teórico se presentan ciertos interrogantes a los que se buscará dar respuesta a lo largo del presente trabajo. Algunos de ellos son: ¿cómo permite la referencia a la persona de Néstor Kirchner la articulación de distintas demandas y proyectos?; ¿en qué sentido podría entenderse como un signifícate vacío?;¿y como un significante flotante?; ¿podría tratarse más bien de la construcción de unmito?Con dicho fin, se realizará en el primer apartado una revisión de los aportes de la perspectiva teórica del Análisis Político del Discurso y la Teoría de la Hegemonía que permitirá entrever en qué medida es posible leer la figura del ex presidente luego de su muerte según cada uno de estos términos.Luego, en un segundo apartado, se pasará revista a la discursividad kirchnerista previa al fallecimiento del ex presidente y se hará una breve referencia a las primerasreacciones en torno a éste.En un tercer apartado, se aplicarán los conceptos antes desarrollados para el análisis de las principales intervenciones discursivas de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner comprendidas entre su primer discurso posterior al fallecimiento del ex presidente (llevado a cabo el primero de noviembre de 2010 en cadena nacional) y el discurso pronunciado el 20 de noviembre de 2011 en conmemoración de la batalla de Vuelta de Obligado. En dichos discursos se podrá observar la recurrente aparición de referencias al ex presidente que se desarrollarán en dos dimensiones distintas. Una en que Kirchner es referido en términos personales y biográficos y otra en que su imagen ¿Por qué los significantes vacíos son importantes para la política? Laclau muestra que el carácter flotante de un significante no hace todavía de él un significante vacío. Este último sólo puede surgir “si la significación en cuanto tal está habitada por una imposibilidad estructural, y si esta imposibilidad solo puede significarse a sí misma como interrupción […] de la estructura del signo” (1996: 70). Así, pueden existir significantes vacíos porque todo sistema significativo se estructura alrededor de un vacío, consecuencia de la imposibilidad de fijar un centro que es a la vez requerido por la sistematicidad del sistema. Esta presencia de significantes vacíos será además la condición de existencia de toda práctica hegemónica que puede definirse como “la presentación de la particularidad de un grupo como la encarnación del significante vacío que hace referencia al orden comunitario como ausencia, como objeto no realizado” (1996: 83). Sin embargo, tal como señala Aboy Carlés, el vaciamiento de los significantes no puede nunca ser total ya que todo nuevo sentido se produce en un campo donde existe una sedimentación previa. Por eso, “el lugar del significante vacío no es así otro que el de la construcción mítica” (2001: 58). El Mito. En Nuevas reflexiones sobre la revolución de nuestro tiempo Laclau se referirá al mito para explicar la relación entre sujeto y estructura planteando que toda objetividad no es sino un mito cristalizado. El mito es posible porque la estructura es siempre una estructura dislocada que no puede ser totalizada. Entonces, la función de éste será suturar el espacio dislocado siendo su eficacia hegemónica ya que constituye una nueva objetividad a través de la rearticulación de los elementos dislocados. Estando sujetos a la lógica articulatoria hegemónica, los mitos sociales son esencialmente incompletos y su contenido se desplaza constantemente siendo, sin embargo,constitutivos de toda sociedad posible (1993: 77-82).Tomando en parte dicha conceptualización, Aboy Carlés pone en relación las nociones de significante vacío y mito. Para ello, retoma también ciertas teorizaciones hechas por Roland Barthes en su libro Mitologías . Según este último autor el mito es un modo de significación que no puede definirse ni por su objeto ni por su materia ya que cualquier materia puede servir de soporte para el habla mítica. En cambio, la particularidad del mito se da porque se articula a partir de una cadena semiológica que existe previamente: el signo del primer sistema se vuelve el significante del segundo. 6 De esta manera, el mito puede edificarse sobre distintos sistemas significantes, desde una imagen hasta los juguetes o el bistec francés. Al mismo tiempo, no hay mitos eternos ya que la mitología sólo puede tener un fundamento histórico (2010: 199-205).Partiendo de estas ideas, Aboy Carlés afirma que en el sistema mítico el significante es parcialmente motivado y no completamente arbitrario mientras que todo mito puede transformarse en un eslabón inicial de nuevos sistemas semiológicos. Será sobre esta sedimentación que los significantes vacíos funcionarán como puntos nodales por lo quelas transformaciones en las identidades políticas tendrán siempre un carácter mítico(2001: 57).Volviendo a Laclau , el mito funcionará como “superficie de inscripción de las dislocaciones y reivindicaciones sociales” (1993: 79). Dentro de la teorización acerca del populismo, esta lógica política tendrá tres precondiciones: 1) el establecimiento de una frontera interna antagónica que separa al pueblo del poder; 2) una articulación equivalencial de demandas que posibilitan el surgimiento de dicho pueblo y 3) la unificación de dichas demandas en un sistema estable de significación (2010: 99). A su vez, la particularidad de la lógica hegemónica requerirá de la conformación de un pueblo entendido como una parcialidad que quiere funcionar como la totalidad de la comunidad frente al poder. Esta división del campo social en dos presupone la presencia de algunos significantes privilegiados que condensen en torno a sí las significaciones de todo un campo antagónico (2010: 114). Siguiendo esta lógica, una identidad popular que busca articular una cadena de demandas cada vez más amplia funcionará como un significante tendencialmente vacío. En esta dinámica, la lógica equivalencial lleva a la singularidad y ésta, a su vez, a la identificación del grupo con un líder.Además, el surgimiento del pueblo requiere el pasaje vía equivalencias de demandas aisladas y heterogéneas a una demanda global que implica la formación de fronteras políticas y la construcción discursiva del poder como fuerza antagónica mientras que la transición no está predeterminada por lo que deberá intervenir en la misma algo cualitativamente nuevo que es posible denominar “investidura radical” y que pertenece necesariamente al orden del afecto (Laclau 2010: 142). Dicha investidura radical será definida como el hacer de un objeto la encarnación de una plenitud mítica.En tal sentido, el afecto constituirá la esencia misma de la investidura y su carácter contingente dará cuenta de su componente radical. 7 Liderazgo y afectividad. Para explicar el lazo social Sigmund Freud analiza la conformación de las masas centrándose, a diferencia de los autores que habían tratado dicha temática con anterioridad, en las masas artificiales, duraderas y organizadas llegando a la conclusión de que “una tal masa primaria es una reunión de individuos, que han re emplazado su ideal del Yo por un mismo objeto, a consecuencia de lo cual se ha establecido entre ellos una general y recíproca identificación del Yo” (1994: 53). Tal como señalan Paula Biglieri y Gloria Parelló, en esta fórmula se pueden localizar tres lugares: 1) el lugar del Yo del sujeto; 2) el lugar del Yo del resto de los miembros de la masa y 3) el ideal del Yo donde se coloca al líder (2007: 28). Retomando dicha teorización, Laclau afirma que los lazos emocionales que unen a dicha masa son pulsiones de amor desviadas de su objeto original y que siguen el modelo de la identificación produciéndose así una identificación entre los pares que conforman la masa pero no entre ellos y el líder. Sin embargo, el amor por este será la base de cualquier identificación (2010: 77-80).En este sentido, resulta útil remitirse al aporte que Žižek realiza respecto de la nominación. Partiendo de la cuestión del nombre y del debate entre descriptivistas y antidescriptivistas, afirma que la unidad del objeto es un efecto retroactivo del acto de nombrarlo (1992: 143). De este hecho Laclau desprende dos consecuencias. La primera será que el nombre, una vez transformado en significante, ejercerá una atracción irresistible sobre cualquier demanda insatisfecha mientras que la segunda resalta el hecho de que al deber ser este nombre un significante vacío, no puede controlar cuáles serán las demandas que se articularán en torno a él (2010: 140).Volviendo sobre la idea de “investidura radical” Laclau recupera la teorización realizada por Joan Copjec en su libro Imaginemos que la mujer no existe que le permitirá explicar cómo es posible que en la relación hegemónica, una particularidad signifique una totalidad inalcanzable. Copjec recupera a Freud para afirmar que el fin de toda pulsión es la restauración de un estado anterior de las cosas que remite a la díada primordial madre-hijo, presuntamente completa y acabada, a la cual el sujeto anhela retornar a lo largo de su vida. Sin embargo este anhelo es vano ya que dicha díada es de orden mítico por lo que sólo existen pulsiones parciales que a su vez inhiben el logro del objeto. Los objetos de dichas satisfacciones parciales serán lo que Lacan denomina objetos a y son simulacros de dicha díada perdida. 8Lacan teoriza el objeta a en relación a sus grafos del deseo. Como pone de manifiesto Yannis Stavrakakis, el objeto apunta a recubrir la falta prometiendo recuperar lo Real, retornar a dicha completitud perdida, promesa imaginaria que sólo puede sostenerse cuando el objeto se postula como perdido (2008: 85). En este sentido,Copjec llama la atención sobre el hecho de que Lacan agrega a la díada madre-hijo freudiana un tercer componente: el objeto de falta. Este surge a partir de la pérdida de la plenitud originaria y desde ese momento el sujeto experimenta satisfacción con ese objeto parcial.La relevancia de esta teorización psicoanálitica para la obra de Laclau reside en que, tal como resalta Sebastián Barbosa, la lógica del objeto a es idéntica a la lógica dela hegemonía en Laclau ya que un objeto parcial asume la representación de una totalidad imposible (2010a). De esta manera, el objeto de la investidura hegemónica no sería un reemplazo de la cosa real sino el nombre que recibe la plenitud imposible dentro de un determinado horizonte histórico (Laclau 2010: 149) La articulación discursiva kirchnerista previa al fallecimiento .Néstor Kirchner llega a la presidencia de la Nación el 25 de mayo de 2003 con poco más del 22% de los votos, luego de que Carlos Menem decidiera no presentarse ala segunda vuelta, asumiendo con una escasa legitimidad electoral y en un contexto de crisis de representación de los partidos políticos signada por el recuerdo del los recientes eventos de diciembre de 2001. En consecuencia, una de las primeras tareas que debió enfrentar fue aquella de acrecentar su base de apoyo. Con dicho fin, tal como señala José Natanson, logra interpretar corrientes sociales pre existentes más o menos subterráneas y poner en función de ellas el peso institucional de su gobierno 1 . Como explicita Barbosa, Néstor Kirchner realiza diversas acciones simbólicas que le permiten presentarse como “uno más del pueblo” que al mismo tiempo llega desde lejos, desde el sur, lo que le permite distanciarse de la responsabilidad por los eventos de 2001. Así, produce un significante vacío ante el que se vayan todos “basado fundamentalmente en la construcción de cadenas equivalenciales amplias de distintos sectores sociales y en la exclusión basada en los destructores de la patria” (2010b: 28-29). A través de la 1 Natanson, José. Artículo publicado el 6 de noviembre de 2010 en Página 12. Disponible enhttp://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-156383-2010-11-06.html. 9 delimitación de un pueblo mediante dicha exclusión, Kirchner logra alcanzar una legitimidad tal que le permite establecer un proyecto político perdurable.De esta manera, en el año 2007 es electa presidenta con el 45% de los votos su esposa y compañera de militancia Cristina Fernández de Kirchner. Durante su primera presidencia, se profundizarán los principales lineamientos del gobierno de Kirchner quien, mientras tanto, crece en popularidad tanto dentro del país como en AméricaLatina llegando a ser nombrado presidente de UNASUR. En este período s eprofundizará también la lógica de enfrentamiento propia del primer kirchnerismo en que se identifica como “exterior constitutivo” a actores políticos y económicos concretos. Fruto del desenlace de algunos de estos enfrentamientos (en particular del conflicto con el campo por la suba en las retenciones a la producción agrícola), la presidenta atravesó momentos en que su legitimidad fue puesta en cuestión por amplios sectores de la sociedad. Sin embargo, a través de la ampliación de la cadena equivalencial mediante la incorporación de demandas tales como las cristalizadas en la nueva ley de radiodifusióno en la reforma del código civil que reconoce el derecho a la unión civil de personas del mismo sexo, la presidenta logró recuperar su popularidad.Paralelamente, comienza a gestarse en la discursividad kirchnerista un mito delos orígenes que puede apreciarse claramente en el discurso de la presidenta con motivo de la inauguración de la Galería de Patriotas Latinoamericanos durante los festejos del bicentenario de la Revolución de Mayo. En dicho discurso puede observarse la construcción de una temporalidad con cuatro hitos: la época revolucionaria, el primer centenario, el 2003 y este segundo centenario.En el año 2003 la presidenta fija el inicio de un proyecto que continúa en el momento de emitir el discurso y del que se muestra, junto con Néstor Kirchner, como partícipe. En el marco de este proyecto, afirma, que “seguramente, nos equivocamos;seguramente, cometemos errores; seguramente, también, tenemos aciertos, pero todos,aún aquellos que no están de acuerdo con nosotros, saben que jamás tomaríamos una medida, una sola decisión en contra de los intereses de la Nación y del pueblo, que son la misma cosa 10 manera, mediante la afirmación de un proyecto que sirve a esta patria que se “festeja” con los eventos del bicentenario, los eventos realizados en conmemoración del mismoadquieren la función de reforzar el significante vacío en torno al cual se articula lacadena de demandas en expansión legitimando en mayor medida a la presidenta y al proyecto que esta encarnaría. El fallecimiento del ex-presidente. En este contexto, el 27 de octubre de 2010 fallece Néstor Kirchner. Desde elmomento en que trasciende la noticia, miles de personas se acercan a la Plaza de Mayoy continuarán llegando mientras se realizan en los días siguientes las exequias en laCasa Rosada, casualmente en el Salón de los Patriotas Latinoamericanos. Mientras queuna multitud presta sus condolencias frente al féretro, otros tantos manifiestan su apoyoa la presidenta tanto en la Plaza de Mayo como en las plazas principales del resto del país.Los principales medios del país se refieren a estos eventos de maneragrandilocuente como se puede observar en la nota de Juan Pablo Morales titulada “Dolor y consternación en un cortejo masivo” 3 o en la de Oscar Oszlak que refiere a “exaltadas muestras de congoja y afecto” 4 . En otras, a su vez, se hace referencia a unsentimiento de orfandad que “ podía respirarse en una Plaza que se mostraba convencidade poder ofrecerle a Cristina Fernández la fuerza necesaria para seguir adelante despuésde perder a su compañero de toda la vida ” 5 .Con la desaparición física de Kirchner su nombre y figura se convierten en unsignificante flotante que intentará ser articulado en distintas cadenas equivalenciales.Para adentrarnos en esta disputa se presentarán, en los próximos apartados, laarticulación que se produce en los discursos de la presidenta y los intentos designificación presentes en algunos referentes de la oposición. 3 Morales, Juan Pablo . “ Dolor y consternación en un cortejo masivo ” publicado el 30/10/2010 en La Nación. Disponible enhttp://www.lanacion.com.ar/1319955-dolor-y-consternacion-en-un-cortejo-masivo. 4 Oszlak, Oscar. “La pasión y el azar” publicado el 30/10/2010 en La Nación. Disponible enhttp://www.lanacion.com.ar/1320018-la-pasion-y-el-azar. 5 Dillon, Marta. “ El día en que compartir el dolor fue necesario ” publicado el 29/10/2010 en Página 12. Disponible en http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-155852-2010-10-28.html. 11 Néstor Kirchner en los discursos de la presidenta. Con el propósito de observar cómo aparece la figura de Néstor Kirchner en los discursos de la presidenta luego del fallecimiento de este, se realizó un análisis de los discursos comprendidos entre su primera intervención pública posterior al 27 de octubrede 2010 y el discurso emitido poco más de un año después con motivo de la conmemoración de la Batalla de la Vuelta de Obligado. Dicho recorte temporal se debe a que es posible observar entre estos discursos la continuidad de un eje en que la figura del ex presidente se articula en torno a tres ideas principales que van tomando forma alo largo del período llegando al último discurso en la forma de tres significantes claramente identificables: el fundador , el salmón y la juventud maravillosa .A lo largo de los discursos analizados, la figura de Néstor Kirchner se articula en dos dimensiones. En la primera de estas aparece nombrado como “Néstor” y la presidenta se refiere a él en términos biográficos o anecdóticos. Por ejemplo, es así como aparece en el discurso del 8 de junio de 2011 en que Cristina Fernández de Kirchner relata anécdotas de cuando ambos vivían en Santa Cruz durante la erupción del volcán Jackson o en el más reciente del 10 de noviembre en que cuenta cómo, al ser tan competitivo, tenía que ir siempre “dos pasos adelante” cuando hacían footing juntos 6 .En una segunda dimensión, Néstor Kirchner aparece a través de la articulaciónde tres ideas que, estando presentes desde el primer discurso emitido por la presidenta luego de su fallecimiento, vuelven a evidenciarse en el discurso de la Vuelta de Obligado conformados en tres significantes desde los que es posible leer la figura del ex presidente. La primera de estas ideas será la del ex presidente como el hombre que inició una serie de transformaciones que resultaron en un país distinto y que dará forma al significante del fundador . La segunda será la idea de las dificultades que ambos debieron superar para lograr dichos cambios que dará origen a la imagen del salmón como aquel que “ fue contra la corriente, desovó, entregó ” 7 y murió. Por último, la tercera idea presenta a la juventud como la heredera del ex-presidente en donde la 6 Trascripciones disponibles en http://www.presidencia.gov.ar/discursos. 7 Palabras de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner el 20/11/2011 en el acto de conmemoración del 166º aniversario de la Vuelta de Obligado, con motivo del día de la soberanía nacional. Ver anexo. 12 presidenta ve “ el rostro de él exacto ” 8 y que será interpelada en el discurso de la Vuelta de Obligado como esos “jóvenes maravillosos” 9 . El fundador. “A mí me gustaría que si alg una vez nos recuerdan a él y a mí, cuando pasen muchos años, nos recuerden como los que fundamos o refundamos. ” 10 La idea del fundador se relaciona directamente con la postulación del mito de los orígenes que se comienza a configurar antes del fallecimiento del ex presidente ya parece conformada en los discursos de la presidenta desde poco después de la muerte de éste. Ya en su primera intervención pública posterior, esta idea aparece esbozada cuando afirma que desde el 27 de octubre siente la responsabili dad de “hacer honor a su gobierno que transformó y cambió el país” 11 . A su vez, en el discurso de la Vuelta d eObligado, Kirchner aparece como el responsable de haber iniciado un proyecto de Nación “económico, político, social y cultural” que se continúa hasta el presente 12 .Al adentrarnos en la idea de fundador , es posible observar que ésta sedesenvuelve en torno a tres imágenes. La primera será el hombre que llega del sur , la segunda el hombre que soñó e inició un proyecto y, por último, el país mucho mejor que nos deja .Para comprender mejor la primera de estas imágenes podemos recurrir al modelo de llegada propuesto por Eliseo Verón y Silvia Sigal que, tal como resalta Barbosa, lepermite tomar distancia respecto de los hechos de 2001. En dicho modelo el que llega viene de un exterior alejado del centro del conflicto político y viene a intervenir en una hora grave , en un momento en que se requiere de dicha intervención (Verón y Sigal1985: 29-47). En el caso de Kirchner se plantea su llegada desde el sur. En palabras dela presidenta será “ese hombre desgarbado, que venía desde el sur a comprometer su vida para llevar adelante las convicciones de miles y miles” 13 . De la misma manera, en 8 Discurso en cadena nacional de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner el 02/11/2010. Ver anexo. 9 Ídem 7. 10 Inauguración instalaciones mega usina de Río Turbio: palabras de la Presidenta. Disponible enhttp://www.presidencia.gov.ar/discursos/25265-inauguracion-instalaciones-megausina-de-rio-turbio-palabras-de-la-presidenta. 11 Discurso en cadena nacional de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner el 02/11/2010. Ver anexo. 12 Ídem 7. 13 Conmemoración del 201° aniversario de la Revolución de Mayo en Resistencia, Chaco. Palabras de laPresidenta Cristina Fernández. Disponible enhttp://www.presidencia.gov.ar/discursos/25098- 13 el discurso posterior al 27 de octubre, la presidenta vuelve a hacer referencia a la lejaníadel sur al afirmar que una parte de ella, está con él en Río Gallegos 14 . En relación al segundo componente del modelo de llegada, la crisis del 2001 será vista como la hora grave que requiere de su intervención. De esta manera, Fernández de Kirchner se refiere al ex presidente como “un hijo de la crisis” que, por sus ideas y convicciones, no podría haber llegado a la presidencia en otro momento 15 .En este sentido, es interesante hacer referenica al análisis que realiza Natanson al respecto. En una nota publicada el 6 de noviembre de 2010 afirma que luego del fallecimiento de Kirchner se ha vuelto general la idea de éste como un hombre “que apareció de la nada y que hizo lo imposible”, de un líder que “apareció de repente para posarse sobre un país en llamas e inventar todo desde cero” 16 . Esta articulación de la figura del ex presidente va posibilitando la construcción de un período con un origenclaro e identificable y de un fundador en torno al cual se organiza la cadena de demandas que dicho proyecto resignifica. Siguiendo esta idea, la segunda imagen será aquella del hombre que soñó un proyecto y que pudo ponerlo en marcha. En los discurso de la presidenta son usuales las referencias en este sentido. Por ejemplo, en el discurso de inauguración del Polo Científico Tecnológico en la ex bodega Giol, Kirchner será “un hombre”, aquel “que imaginó este sueño, como tantos otros en la Argentina ” 17 . De manera más concluyente en el discurso referido previamente emitido en conmemoración del 201º aniversario dela Revolución de Mayo, la presidenta se dirige al ex presidente fallecido para decirle: “finalmente ese sueño que tenías ese 25 de mayo cuando juraste como presidente, se hizo realidad” 18 .Por último, las referencias a un período nuevo fundado por el ex presidente van acompañadas de la idea de un país mucho mejor. Así, en el discurso del 2 de noviembre ya se puede observar esta tendencia cuando la presidenta les dice a los jóvenes que están conmemoracion-del-201d-aniversario-de-la-revolucion-de-mayo-en-resistencia-chaco-palabras-de-la-presidenta-cristina-fernandez 14 Ídem 8. 15 Inauguración del edificio anexo de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA: Palabras de la Presidenta de la Nación. Disponible enhttp://www.casarosada.gov.ar/informacion/discursos/6216-inauguracion-del-edificio-anexo-de-la-facultad-de-ciencias-economicas-de-la-uba-palabras-de-la-presidenta-de-la-nacion 16 Ídem 1. 17 Inauguración del Polo Científico Tecnológico en la ex bodega Giol: palabras de la Presidenta de laNación. Disponible en http://www.presidencia.gov.ar/component/content/article/25447. 18 Ídem 13. 14 en “un país mucho, pero mucho, mejor” que aquel en que ella y Kirchner fueron jóvenes. Este tipo de referencias acompañarán las intervenciones discursivas de la presidenta de allí en adelante y reforzarán la idea de una periodización que comienza en el 2003 como año cero. Es interesante, además, tener en mente esta idea para poder comprender mejor algunos de los discursos a través de los cuales la oposición busca resignificar de un modo distinto la figura del ex presidente.A través de la conformación de un mito de los orígenes que postula a Kirchner como el fundador de un proyecto de país distinto que habría permitido que hoy vivamos en un país mejor , el discurso de la presidenta permite borrar las huellas que identificarían la conformación de un significante vacío que posibilita la fijación de la cadena significante. Él se convierte en este caso de manera paralela en un mito político que permite aislar el proyecto de la continuidad histórica y en un significante vacío que puede articular en torno a sí una multiplicidad de demandas. El salmón. “Él fue como un salmón: fue contra la corriente, desovó, entregó y saben qué pasa, los salmones mueren luego de desovar y nadar contra la corriente.” 19 La imagen del salmón que hace su aparición en el discurso de la Vuelta de Obligado permite articular la idea de un fundador que viene de un afuera con el entorno al que llega y reinterpretar las dificultades que debe afrontar para poder poner en marcha su proyecto.La referencia a las dificultades está presente en la gran mayoría de los discursos de la presidenta. Ya en su primera intervención posterior al fallecimiento da cuenta delas adversidades y dificultades que han tenido que superar en pos del proyecto . Más adelante estas referencias se generalizan. En este sentido, son ilustrativos los dichos dela presidenta en la inauguración de las instalaciones de una mega usina en Río Turbio donde afirma que “ hay que tener el coraje, la decisión y también la espalda para aguantar las cosas que te dicen, las cosas que te hacen, los golpes que te dan cada vez que seguís tomando decisiones en nombre de los argentinos y por los intereses de los argentinos ” 20 . 19 Ídem 7. 20 Ídem 10. 15 De esta manera, se refuerza la idea de Kirchner como alguien que llega de afuera a través de múltiples imágenes que remiten a las adversidades y oposiciones contra lasque tuvo que luchar. Antes de llegar a la imagen más acaba de esta idea, es decir, la del salmón , la presidenta recurre a otras dos imágenes que dignas de mención: el loco y la utopía .En su discurso del 26 de agosto de 2011, la presidenta se refiere a Kirchner como un loco afirmando que “más loco que Néstor no hubo nadie ni nunca lo habrá en este país”. Siguiendo esta idea, afirma que cuando Kirchner inició el proyecto que ambos llevan a cabo les decían que estaban locos “ en querer ir a contramano del mundo” 21 . Así, el otro antagónico aparece como aquel que resiste el cambio y que ve enel fundador alguien que no está pensando claramente. El fundador es presentado entonces como aquel que sabe lo que hay que hacer y puede hacerlo pero al que, sin embargo, ciertos sectores no comprenden. La división antagónica se produce entre aquellos que siguen a este recién llegado y aquellos que no lo entienden, que lo creen loco. Este grupo antagónico cumplirá claramente su doble función de darle una identidad a aquellos que se articulan en torno al fundador y, a la vez, resistir dich aconformación, oponerse englobando las adversidades que el proyecto deberá enfrentar.De manera similar, en el discurso de inauguración del Museo del Libro y la Lengua , la presidenta recurre a la imagen de la utopía. Afirma que la utopía no debe ser vista como una ilusión inalcanzable sino como un objetivo que nos permite seguircreciendo y avanzando. En relación a esto recuerda como “siempre le decían” que ella y Néstor eran tan sólo “soñadores” que no podían hacer las cosas pero que, s in embargo,han logrado que ciertas utopías se vayan cumpliendo 22 .Finalmente, la conformación más acabada de esta idea la encontramos en la imagen del salmón a la que la presidenta hace referencia en su discurso de Vuelta de Obligado. En dicho discurso afirma la necesidad de dar una batalla cultural, una batalla de ideas por la soberanía intelectual, en el marco de la cual ella y Néstor aparecen remando “contra viento y marea” y nadando “contra la corriente” 23 . 21 Inauguración del ramal ferroviario Lincoln-Realicó: Palabras de la Presidenta de la Nación. Disponibleenhttp://www.presidencia.gov.ar/discursos/25354-inauguracion-del-ramal-ferroviario-lincoln-realico-palabras-de-la-presidenta-de-la-nacion. 22 Inauguración del Museo del Libro y de la Lengua: Palabras de la Presidenta de la Nación. Disponibleenhttp://www.presidencia.gov.ar/discursos/25430-inauguracion-del-museo-del-libro-y-de-la-lengua-palabras-de-la-presidenta-de-la-nacion. 23 Ídem 7. 16 En relación a la primera de estas imágenes, ya en el discurso antes referido de inauguración del Museo del Libro y de la Lengua, la presidenta se posiciona junto con Kirchner “al frente, conduciendo la nave y tratando de que el mar embravecido que nos tiran desde afuera, no le cause demasiados daños a esta nave que nos ha tocado y nos ha costado tanto construir” 24 . Se puede ver claramente en estas referencias la presencia de un antagonismo que impide la completa realización del proyecto pero que a la vez,posibilita su existencia.De manera similar, en la idea de la corriente contra la que nada los salmones, sepuede observar al grupo antagónico y a las adversidades que el fundador ha debido superar. Es interesante ver cómo en la imagen del salmón este hacerle frente a lo adverso en pos de construir algo se combina con la muerte. El salmón desova y luego,muere pero no sin antes dejar quien lo suceda. Dicha sucesión será en parte encarnada por Fernández de Kirchner pero también por la juventud maravillosa . La juventud maravillosa. “Gracias, sí , los mira a ustedes, siempre a los jóvenes, tengan la certeza que siempre los mira a los jóvenes.” 25 Los jóvenes cobraron gran visibilidad pública durante los eventos posteriores al fallecimiento de Kirchner. Su masiva concurrencia fue resaltada por los medios en lo sdías posteriores. En una nota publicada el 30 de octubre de 2010 en La Nación, Marcos Novaro afirma que “la masiva presencia de jóvenes en las exequias podría darle asi deroa la idea de que allí hay una cantera de la que nutrirse para seguir adelante. Y si se trata de continuar y profundizar el proyecto, más todavía” 26 .Los jóvenes aparecen interpelados en múltples interveciones dicursivas de la presidenta. Ya en el discurso del 2 del noviembre la presidenta les agradece su presencia en las calles “cantando por él, por la patria”. En este mismo discurso, además, dic ehaber visto en cada una de sus caras “la cara de él” cuando lo conoció 27 . A partir de ese momento los jóvenes serán no sólo un destinatario recurrente de los discursos de la 24 Ídem 22. 25 Inauguración de la ampliación del Puerto Caleta Paula, Santa Cruz: Palabras de la Presidenta de laNación. Disponible en http://www.presidencia.gov.ar/component/content/article/25434. 26 Novaro, Marcos. “La opción juvenil para profundizar el modelo” publicado en La Nación el 30 de octubre de 2010. Disponible en http://www.lanacion.com.ar/1320019-la-opcion-juvenil-para-profundizar-el-modelo. 27 Ídem 11. 17 presidenta sino que los medios se llenarán de referencias a una presunta activación política de la juventud.En los discursos de Fernández de Kirchner, la juventud es descripta en términos elogiosos y es vista como heredera de Kirchner, como aquella que mejor lo comprendió y comprende su legado. Por ejemplo, en el discurso por el 38º aniversario del triunfo electoral de Héctor Cámpora s e le atribuye “una inmensa oportunidad histórica de participar en la construcción de un país diferente, de un país en que no vienen a luchar contra alguien, sino que por algo” 28 mientras que en el discurso de inauguración del edificio anexo de la Facultad de Ciencias Económicas, le asigna el rol de institucionalizar los cambios en curso 29 .Finalmente, en el discurso de la Vuelta de Obligado, los jóvenes aparecen como aquellos en los que viven las ideas del ex presidente, como los “jóvenes maravillosos” que se han “vuelto a incorporar a la política” y que serán los continuadores del legadoque él dejó antes de morir y de los que la presidenta afirmará sentirse orgullosa 30 .Es posible afirmar, entonces, que la juventud se conforma como un significante vacío que permite incorporar a la cadena equivalencial kirchnerista distintas demandas,en particular aquellas relacionadas con la educación, la inserción laboral y la repolitización de ciertos canales antes vedados. Se postula así la necesidad de un recambio generacional que vuelve a relacionar la figura del ex presidente con la demanda de “quese vayan todos”. A su vez, la juventud y Fernández de Kirchner pasarán a ser los principales intérpretes y sucesores del ex presidente. Néstor Kirchner en los discursos de la oposición. Retomando la distinción que Laclau realiza entre significante vacío y flotante, se puede afirmar que el primero se refiere a la construcción de una identidad popular cuando se da por sentada la existencia de una frontera establecida, mientras que la categoría de significante flotante busca aprehender conceptualmente la lógica de los desplazamientos de dicha frontera (2010: 167). Tal como señala este autor, sin embargo,la distinción en la práctica no es tan tajante ya que ambas son operaciones hegemónicas 28 Acto por el 38º aniversario del triunfo electoral de Héctor Cámpora: Discurso de Cristina Fernández.Disponible enhttp://www.presidencia.gov.ar/discursos/6217-acto-por-el-38o-aniversario-del-triunfo-electoral-de-hector-campora-discurso-de-cristina-fernandez-. 29 Ídem 15. 30 Ídem 7 15 De esta manera, se refuerza la idea de Kirchner como alguien que llega de afuera a través de múltiples imágenes que remiten a las adversidades y oposiciones contra lasque tuvo que luchar. Antes de llegar a la imagen más acaba de esta idea, es decir, la del salmón , la presidenta recurre a otras dos imágenes que dignas de mención: el loco y la utopía .En su discurso del 26 de agosto de 2011, la presidenta se refiere a Kirchnercomo un loco afirmando que “más loco que Néstor no hubo nadie ni nunca lo habrá en este país”. Siguiendo esta idea, afirma que cuando Kirchner inició el proyecto que ambos llevan a cabo les decían que estaban locos “ en querer ir a contramano del mundo” 21 . Así, el otro antagónico aparece como aquel que resiste el cambio y que ve en el fundador alguien que no está pensando claramente. El fundador es presentado entonces como aquel que sabe lo que hay que hacer y puede hacerlo pero al que, sin embargo, ciertos sectores no comprenden. La división antagónica se produce entre aquellos que siguen a este recién llegado y aquellos que no lo entienden, que lo creen loco. Este grupo antagónico cumplirá claramente su doble función de darle una identidad a aquellos que se articulan en torno al fundador y, a la vez, resistir dicha conformación, oponerse englobando las adversidades que el proyecto deberá enfrentar.De manera similar, en el discurso de inauguración del Museo del Libro y la Lengua , la presidenta recurre a la imagen de la utopía. Afirma que la utopía no debe se rvista como una ilusión inalcanzable sino como un objetivo que nos permite segui rcreciendo y avanzando. En relación a esto recuerda como “siempre le decían” que ella y Néstor eran tan sólo “soñadores” que no podían hacer las cosas pero que, s in embargo,han logrado que ciertas utopías se vayan cumpliendo 22 .Finalmente, la conformación más acabada de esta idea la encontramos en la imagen del salmón a la que la presidenta hace referencia en su discurso de Vuelta de Obligado. En dicho discurso afirma la necesidad de dar una batalla cultural, una batalla de ideas por la soberanía intelectual, en el marco de la cual ella y Néstor aparecen remando “contra viento y marea” y nadando “contra la corriente” 23 . 21 Inauguración del ramal ferroviario Lincoln-Realicó: Palabras de la Presidenta de la Nación. Disponible enhttp://www.presidencia.gov.ar/discursos/25354-inauguracion-del-ramal-ferroviario-lincoln-realico-palabras-de-la-presidenta-de-la-nacion. 22 Inauguración del Museo del Libro y de la Lengua: Palabras de la Presidenta de la Nación. Disponible enhttp://www.presidencia.gov.ar/discursos/25430-inauguracion-del-museo-del-libro-y-de-la-lengua-palabras-de-la-presidenta-de-la-nacion. 23 Ídem 7. 16 En relación a la primera de estas imágenes, ya en el discurso antes referido de inauguración del Museo del Libro y de la Lengua, la presidenta se posiciona junto con Kirchner “al frente, conduciendo la nave y tratando de que el mar embravecido que nos tiran desde afuera, no le cause demasiados daños a esta nave que nos ha tocado y nos ha costado tanto construir” 24 . Se puede ver claramente en estas referencias la presencia de un antagonismo que impide la completa realización del proyecto pero que a la vez,posibilita su existencia.De manera similar, en la idea de la corriente contra la que nada los salmones, se puede observar al grupo antagónico y a las adversidades que el fundador ha debido superar. Es interesante ver cómo en la imagen del salmón este hacerle frente a lo adverso en pos de construir algo se combina con la muerte. El salmón desova y luego,muere pero no sin antes dejar quien lo suceda. Dicha sucesión será en parte encarnada por Fernández de Kirchner pero también por la juventud maravillosa . La juventud maravillosa. “Gracias, sí , los mira a ustedes, siempre a los jóvenes, tengan la certeza que siempre los mira a los jóvenes.” 25 Los jóvenes cobraron gran visibilidad pública durante los eventos posteriores al fallecimiento de Kirchner. Su masiva concurrencia fue resaltada por los medios en los días posteriores. En una nota publicada el 30 de octubre de 2010 en La Nación, Marcos Novaro afirma que “la masiva presencia de jóvenes en las exequias podría darle asidero a la idea de que allí hay una cantera de la que nutrirse para seguir adelante. Y si se trata de continuar y profundizar el proyecto, más todavía” 26 .Los jóvenes aparecen interpelados en múltples interveciones dicursivas de la presidenta. Ya en el discurso del 2 del noviembre la presidenta les agradece su presencia en las calles “cantando por él, por la patria”. En este mismo discurso, además, dice haber visto en cada una de sus caras “la cara de él” cuando lo conoció 27 . A partir de es momento los jóvenes serán no sólo un destinatario recurrente de los discursos de la 24 Ídem 22. 25 Inauguración de la ampliación del Puerto Caleta Paula, Santa Cruz: Palabras de la Presidenta de la Nación. Disponible en http://www.presidencia.gov.ar/component/content/article/25434. 26 Novaro, Marcos. “La opción juvenil para profundizar el modelo” publicado en La Nación el 30 de octubre de 2010. Disponible en http://www.lanacion.com.ar/1320019-la-opcion-juvenil-para-profundizar-el-modelo. 27 Ídem 11. 17 presidenta sino que los medios se llenarán de referencias a una presunta activación política de la juventud.En los discursos de Fernández de Kirchner, la juventud es descripta en términos elogiosos y es vista como heredera de Kirchner, como aquella que mejor lo comprendió y comprende su legado. Por ejemplo, en el discurso por el 38º aniversario del triunfo electoral de Héctor Cámpora s e le atribuye “una inmensa oportunidad histórica de participar en la construcción de un país diferente, de un país en que no vienen a luchar contra alguien, sino que por algo” 28 mientras que en el discurso de inauguración del edificio anexo de la Facultad de Ciencias Económicas, le asigna el rol de institucionalizar los cambios en curso 29 .Finalmente, en el discurso de la Vuelta de Obligado, los jóvenes aparecen como aquellos en los que viven las ideas del ex presidente, como los “jóvenes maravillosos” que se han “vuelto a incorporar a la política” y que serán los continuadores del legado que él dejó antes de morir y de los que la presidenta afirmará sentirse orgullosa 30 .Es posible afirmar, entonces, que la juventud se conforma como un significante vacío que permite incorporar a la cadena equivalencial kirchnerista distintas demandas,en particular aquellas relacionadas con la educación, la inserción laboral y la repolitización de ciertos canales antes vedados. Se postula así la necesidad de un recambio ge neracional que vuelve a relacionar la figura del ex presidente con la demanda de “que se vayan todos”. A su vez, la juventud y Fernández de Kirchner pasarán a ser los principales intérpretes y sucesores del ex presidente. Néstor Kirchner en los discursos de la oposición. Retomando la distinción que Laclau realiza entre significante vacío y flotante, se puede afirmar que el primero se refiere a la construcción de una identidad popular cuando se da por sentada la existencia de una frontera establecida, mientras que la categoría de significante flotante busca aprehender conceptualmente la lógica de los desplazamientos de dicha frontera (2010: 167). Tal como señala este autor, sin embargo,la distinción en la práctica no es tan tajante ya que ambas son operaciones hegemónicas 28 Acto por el 38º aniversario del triunfo electoral de Héctor Cámpora: Discurso de Cristina Fernández.Disponible enhttp://www.presidencia.gov.ar/discursos/6217-acto-por-el-38o-aniversario-del-triunfo-electoral-de- hector-campora-discurso-de-cristina-fernandez-. 29 Ídem 15. 30 Ídem 7. 18 entre las cuales suelen superponerse los referentes. En este sentido es posible observarla figura de Néstor Kirchner luego de su fallecimiento, además de cómo un significante vacío, como un significante flotante que intenta ser utilizado en distintas operaciones hegemónicas. Como afirma Aboy Carlés, “los hechos no hablan por sí mismos, son significantes flotantes que podrán ser siempre articulados conforme al devenir de una identidad” (2001: 69).Siguiendo esta idea, se analiza cómo aparece la figura del ex presidente en los discursos de tres referentes de la oposición que buscan otorgarle un significado distintoa aquel dado por los discursos oficialistas. En los discursos de Francisco de Narváez,Kirchner no será un hombre que ha logrado establecer un proyecto (el salmón que desovó) sino un hombre derrotado que prefirió morir a enfrentar una nueva derrota. Por otro lado, en los discursos de Elisa Carrió podemos ver cómo la figura del daño se opone a la del fundador de un proyecto que permite la conformación de un país mejor ala vez que en los discursos de Ricardo Alfonsín, se discute esta idea del “país mejor”. El hombre que eligió morirse . “Murió con las botas puestas […] era un animal político, y un animal político entiende cuándo es el final de un ciclo. ” 31 Unos meses luego del fallecimiento de Kirchner, Francisco de Narváez afirmó que éste había elegido “ morirs e antes de perder otra elección” 32 . En dichas declaraciones, que refieren a la derrota parcial sufrida por el Frente para la Victoria en las elecciones de renovación parcial del Congreso llevadas a cabo en el 2009 donde, si bien Kirchner fue electo diputado, el oficialismo perdió la mayoría en la Cámara,retoma en parte la idea del salmón pero para darle un significado diverso.Kirchner muere luego de realizar su tarea pero esta no será entendida en los términos triunfales en que puede leerse en los discursos de la presidenta. No será el fundador de un proyecto considerado exitoso que “tuvo la suerte de ver realizados los sueños de su juventud” y que debe estar “orgulloso” de la vida que vivió 33 , sino un 31 “Para De Narváez, Kirchner eligió morirse antes de perder ” p ublicado el 23/06/2011 Disponible enhttp://parlamentario.com/noticia-37511.html 32 Ídem 31. 33 Ídem 13. 19 animal político que “ como buen político que era, olfateó que no ganaba en 2011, que era fin del ciclo, y no lo soportó” 34 .Así, De Narváez resignifica la figura del ex presidente y la transforma en un significante de la derrota en lugar de uno de la victoria. A través de dicha operación, es probable que el entonces candidato a la gobernación de la provincia de Buenos Aires,buscara desprestigiar al oficialismo y proponer la articulación de una nueva cadena de demandas. En dicho discurso también pone en relación esta cadena alternativa con la propuesta por Ricardo Alfonsín (ver apartado) mediante la puesta en evidencia del carácter contingente de la operación hegemónica kirchnerista entendida como un ciclo que está llegando a su fin y debe dejar lugar a nuevas construcciones hegemónicas. El hombre que hace daño. “La verdad es que yo duermo tan tranquila desde que est e hombre murió” 35 En las declaraciones del oficialismo, Kirchner aparece recurrentemente como el hombre que llegó en un momento de incertidumbre y logró fundar un proyecto que permitió la salida de la crisis. En este sentido se asemeja su figura con la idea de un salvador que viene que desde el sur porque, aunque el resto no lo comprenda, sabe qué se debe hacer y cómo debe hacerse.En contraposición con esta idea, Elisa Carrió buscará resignificar la imagen del recientemente fallecido describiéndolo como un hombre dañino que perjudica a la Nación. Al ser entrevistada en el programa Desde el llano , afirma que “ la verdad es que yo duermo tan tranquila desde que este hombre murió, porque la capacidad de daño de Kirchner no va a ser igualada por nadie. Todos tenemos que estar más tranquilos” 36 . De esta manera, se enfrenta a la exaltación de la figura de Kirchner por parte del oficialismo en que el mismo es separado de todo origen y presentado como un ser casiperfecto que hizo un servicio desinteresado a favor del pueblo para mostrar un NéstorKirchner con intereses materiales concretos (incluso lo acusa de haber sido el jefe deuna asociación ilícita) y capaz de hacer daño. De forma similar a De Narváez, dichaoperación le permite cuestionar la construcción hegemónica del oficialismo. 34 Ídem 31. 35 Carrió, Elisa en Desde el Llano el 22/05/2011. Disponible enhttp://www.youtube.com/watch?v=ucd1lW9sI0E&feature=player_embedded. 36 Ídem 35. 20 Además, en la misma entrevista busca distanciar las figuras de Kirchner y Fernández de Kirchner. Afirma que “Cristina no es Kirchner” con lo que la salida del modelo en curso no va a ser “grave” ni “cruenta” 37 . Así, no sólo intenta desmentir laidea de Fernández de Kirchner como la heredera y continuadora del legado de Kirchnersino que también, al igual que De Narváez, postula el fin de un ciclo que vuelve a demostrar el carácter contingente de toda construcción hegemónica. La Argentina que no es un lugar muchísimo mejor . “Algo anduvo mal: si con este mundo, con este crecimiento, en todas estas cosas no hemos mejorado, algo estuvo mal.” 38 En su cierre de campaña realizado en el programa Código Político , Ricardo Alfonsín cuestiona la imagen que se desprende de los discursos de la presidenta de que estamos en un país “mucho mejor”. Si bien no nombra a Kirchner directamente en esta intervención, sí se refiere implícitamente a él al afirmar que las cosas no se hicieron como deberían haberse hecho. Kirchner no será el fundador de un proyecto exitoso sino alguien a quien le faltó “gestión” y que no pudo apro vechar la situación favorable para lograr el crecimiento del país.Con el objetivo de formular dicha idea, Alfonsín propone una situación hipotética en la que “un extranjero” deja el país en el 2001 para luego regresar en dos oportunidades: una en el 2003 y otra en el 2011. En su primer retorno puede observar un país que está saliendo airoso de la crisis y que comienza a “crecer”. Sin embargo, al volver en el 2011 le realiza una serie de preguntas a un “ amigo argentino ” en las que descubre que detrás de las “tasas chinas” de crecimiento, no se han solucionado los problemas que preocupaban al pueblo desde el 2001 y que no se han sabido aprovecharlas condiciones favorables del contexto económico internacional.Mediante dicho relato, Alfonsín pone en duda la afirmación recurrente deloficialismo que sostiene que el país ha experimentado una mejoría creciente desde el2003. A su vez, utiliza la misma periodización propuesta por la presidenta (crisis del2001-2003-presente) pero para ponerla en cuestión. Kirchner no será aquel que supoqué hacer sino el que hizo “algo mal” desprestigiando al proyecto y a su fundador. 37 Ídem 35. 38 Alfonsín, Ricardo. Cierre de campaña en Código Político el 21/10/2011. Disponible enhttp://www.youtube.com/watch?v=ttEjcCLt-8Y.

miércoles, 22 de mayo de 2013

PROYECTO: EL PENSAMIENTO ARGENTINO DEL SIGLO XX ANTE LA CONDICIÔN HUMANA Rodolfo Kusch, aportes de una antropología americana por Dina V.Picotti C. En el intento que manifiesta toda la obra de este pensador argentino de un planteo situado, culturalmente arraigado, por cuanto todo pensamiento sufre ‘la gravidez de un suelo’ y se trata de dar respuestas propias, originales, que escapen a los condicionamientos de esquemas ajenos, se encuentra también una antropología, que desde la experiencia histórica singular se proyecta hacia lo universal, redescubriendo dimensiones básicas olvidadas de la condición humana, valiosas precisamente para el ser y sentido del hombre actual, desafiado por los riesgos de sus propias construcciones. En el trabajo de campo recoge material fértil para esbozar ‘una dialéctica americana’; la convivencia con el pueblo se convierte en clave de una epistemología en la que sujeto y objeto se reubican en una relación de sujeto a sujeto, a través de la cual la exploración de las manifestaciones de la cultura popular permite desocultar su novedad en medio de un universo poblado por especulaciones exitosas y fundamentadas y servirse de una ‘lógica de la negación’ que implica un redimensionamiento del hombre. Se configura un discurso pensante que parte de un ‘estar aquí’, de la experiencia raigal del ‘mero estar no más’ frente a la clásica oposición filosófica del ser y la nada; aquélla se convierte en la categoría central de un pensamiento, que la bucea en los diferentes universos de la ‘América profunda’, sea en la soledad de la quebrada como en los rincones de la gran ciudad. Se erige un sujeto que puja por liberarse de la ficción de querer ‘ser alguien’, resistiendo, en el intento de un acierto fundante, a la espera de un fecundo ‘estar siendo para el fruto’. En la dialéctica entre la posibilidad del mero ‘estar’, opuesta a la filosófica vigente del ‘ser’, se ubica la encrucijada de la cultura mestiza, donde orden y caos se complementan en constante tensión, confianza y temor, resistencia en lo propio y fagocitación de lo ajeno, práctica de la inclusión frente a la exclusión de la racionalidad vigente, una sabiduría alejada de los mercaderes de cualquier signo. Explorando la estructura del pensamiento popular y la forma de sus juicios, muestra la falacia de una división entre el menosprecio de la ‘opinión’ que daría cuenta sólo de lo aparente, ante el prestigio del conocimiento que referiría lo esencial, mientras la doxa popular ofrece una plurivocidad que excede la artificiosa reducción a la univocidad. Reflexiones críticas sobre la impronta que en América realiza el arte sobre la cultura, vista como un modo de habitar el mundo, descubren otros rasgos del modo de ser y pensar del hombre en ella: lo caracteriza en su singularidad con respecto al arte occidental en el que predominaría el signo sobre lo signado apegándose al esplendor de la forma, el tomar su impulso sobre la intuición de lo tenebroso en tanto compromiso con una realidad informe y potenciada por sus propios mitos, que avasalla al sujeto y sus códigos; el afianzamiento de un domicilio existencial no presionado por las reglas, sino por la floración de un sujeto en sintonía con su propio horizonte simbólico. La constitución histórica de éste a través de diferentes proyectos lo incita a ensayar posibles respuestas en cuatro obras teatrales, como son “Tango”, “Credo errante”, “La muerte del Chacho”, “La leyenda de Juan Moreira”, que formula hipótesis sobre las posibilidades de identificación y borramiento de nuestros mitos fundacionales. Ensayos, ponencias y artículos, además de obras centrales, reunidos hoy en una Edición de Obras completas, manifiestan en su conjunto un gran y solitario esfuerzo, hoy particularmente significativo para la filosofía y las ciencias sociales que intentan dialogar con la novedad de nuestros tiempos, las identidades y las culturas: el de pensar aprendiendo del discurso popular, porque como afirma en Aportes a una filosofía nacional, la filosofía en el fondo es sólo un episodio en el juego que hay entre un suelo y lo viviente abandonado a su mero estar, a partir de lo cual se reedita la universalidad, pero siempre en un encuadre geocultural. Günther Rodolfo Kusch, 1922-1979. Nacido en Buenos Aires y fallecido en la misma ciudad. De padres alemanes radicados en Argentina. Profesor de Filosofía por la Universidad de Buenos Aires en 1948. Ejerció una actividad técnica en la Dirección de Psicología Educacional y Orientación Profesional del Ministerio de Educación de la Provincia de Buenos Aires en el ámbito de la sociología y la psico- y socioesdística y una amplia actividad docente en la Enseñanza Secundaria y sobre todo Superior en Universidades argentinas y bolivianas; realizó viajes de investigación y trabajos de campo en la zona del NO argentino y del altiplano boliviano; organizó Simposios, Seminarios y Jornadas Académicas sobre la temática americana ; participó entre otros eventos como miembro titular del XXXVII y XXXIX Congresos Internacionales de Americanistas, del II Congreso Nacional de Filosofía en Alta Gracia, Córdoba 6.1971 y de las Semanas Académicas en torno al pensamiento latinoamericano organizadas por la Univ.del Salvador, área San Miguel, 1970-1973; fue miembro de la Comisión Directiva de la Sociedad Argentina de Escritores 1971-1973; integró el equipo argentino dirigido por J.C.Scannone sobre “Investigación filosófica de la sabiduría del pueblo argentino como lugar hermenéutico para una teoría de filosofía de la religión acerca de la relación entre religión y lenguaje” 1977-79. Fue sobre todo autor de numerosas obras filosóficas y literarias, en las que transmitió lo que su gran sensibilidad poética y pensante le permitió captar de propio y valioso en América. Su obra ha sido reunida en 4 tomos de Obras completas, Editorial Fundación Ross, Rosario, 1998-2003, quedando aún algunos inéditos, sobre todo anotaciones y materiales de trabajos de campo: t I: Datos bio-bibliográficos, Presentaciones; La seducción de la barbarie; Indios, porteños y dioses; De la mala vida porteña; Charlas para vivir en América. T II: América profunda; El pensamiento indígena y popular en América;Una lógica de la negación para comprender a América: La negación en el pensamiento popular. T. III: Geocultura del hombre americano;Esbozo de una antropología filosófica americana;Ensayos. T IV: Lo americano y lo argentino desde el ángulo simbólico-filosóficoPozo de América;América parda; Bolivia; S.A.D.E.; Teatro; Anotaciones para una estética de lo americano; Homenaje a R.Kusch de la Cámara de Diputados de la Nación. *** Entre los temas fundamentales de debate que hoy preocupan a las sociedades contemporáneas ante las posibilidades y los riesgos abiertos por las tecnociencias y un orden globalizado que a la vez que extiende logros convive con la exclusión, se encuentra siempre involucrada la idea misma de lo humano, la orientación del proyecto que se está jugando y se avizora y sus alternativas. En este sentido, el Taller del que participamos bajo la temática general de El pensamiento latinoamericano del siglo XX ante la condición humana, que expone a su vez un proyecto de investigación en curso bajo este nombre abarcando pensadores representativos de los tres tercios del siglo, ofrece una gran posibilidad de reflexión en diálogo con las posturas y debates que encararon de manera continua y varia esta temática desde la propia situación histórica latinoamericana. En mi caso se me ha encomendado referirme al pensamiento de Rodolfo Kusch. En el intento que manifiesta toda la obra de este pensador argentino, de un planteo situado, culturalmente arraigado, por cuanto todo pensamiento, expresa, sufre ‘la gravidez de un suelo’[1]y se trata de dar respuestas propias, originales, que escapen a los condicionamientos de esquemas ajenos, se encuentra también una antropología, que desde una experiencia histórica singular se proyecta hacia lo universal, redescubriendo dimensiones básicas olvidadas de la condición humana, valiosas precisamente para la recuperación de ser y sentido en el hombre actual, desafiado por los riesgos de sus propias construcciones. En el trabajo de campo Kusch recoge material fértil para esbozar ‘una dialéctica americana’[2]; la convivencia con el pueblo se convierte en clave de una epistemología en la que sujeto y objeto se reubican en una relación de sujeto a sujeto, a través de la cual la exploración de las manifestaciones de la cultura popular permite ‘desocultar su novedad’ en medio de un universo poblado por especulaciones exitosas y fundamentadas, y servirse de una ‘lógica de la negación’ que implica un redimensionamiento del hombre. Se configura entonces un discurso pensante que parte de un ‘estar aquí’, de la experiencia raigal del ‘mero estar no más’ frente a la clásica oposición filosófica del ser y la nada, como categoría central de un pensamiento que la bucea en los diferentes universos de la ‘América profunda’[3], sea en la soledad de la quebrada como en los rincones de la gran ciudad. Se erige de este modo un sujeto que puja por liberarse de la ficción de querer ‘ser alguien’, resistiendo en el intento de un ‘acierto fundante’, a la espera de un fecundo ‘estar siendo para el fruto’. En la dialéctica entre la posibilidad del mero ‘estar’, opuesta a la noción filosófica vigente del ‘ser’, se ubica la encrucijada de la cultura mestiza, donde orden y caos se complementan en constante tensión, confianza y temor, resistencia en lo propio y fagocitación de lo ajeno, práctica de la inclusión frente a la exclusión de la racionalidad imperante; una sabiduría alejada de los mercaderes de cualquier signo. Explorando la estructura del pensamiento popular y la forma de sus juicios, Kusch muestra la falacia de una división entre el menosprecio de la ‘opinión’ que daría cuenta sólo de lo aparente, ante el prestigio del conocimiento que referiría lo esencial, mientras la doxa popular ofrece una plurivocidad que excede a la artificiosa reducción a la univocidad. El uso ambiguo del término pueblo –por una parte una connotación sociológica y a veces económica, por otra un símbolo de lo que se participa desde lo más profundo- hace a la gran ambigüedad que mantenemos ante nuestra verdad, al requerimiento de una verdad que nos cuesta asumir. El habla popular dice la palabra común, pero esconde detrás la gran palabra que completa al sujeto viviente, porque su sentido se refiere a lo viviente en su totalidad, encierra el porqué indefinido del vivir mismo; de allí el silencio de lo inexpresable, que se prolonga en el gesto o en la ceremonia del rito, o se reitera en la costumbre. Y en tanto lo popular es también un símbolo que nos afecta a nosotros, encarna además la culpa que se cierne sobre nuestro decir culto, de haber escamoteado el saber que dice la gran palabra por la palabra común que se profiere para determinar algo o para señalar causas, exigiendo una verificación, a lo cual se ordena la lógica aristotélica, que termina en la ciencia. “De que un silencio vacío ronda nuestro saber, lo prueba el hecho de que en el mundo moderno, no obstante el conocimiento acumulado, no sabemos cómo alimentar al hombre, ni cómo gobernarlo, ni menos qué es el hombre. Lo señala el exceso de teoría, la abundancia de soluciones y la violencia desatada. Todo esto es el símbolo de la silenciosa mudez de nuestro saber culto, que ha perdido contacto con su contenido. Es que nuestro silencio no es el del pueblo. Detrás del silencio popular y de su decir cualquier cosa, hay una verdad que rige su combinatoria y que nosotros perdimos. De ahí la necesidad de retornar a la base y la importancia de América. Lo popular en América es como la sombra de sentido que se cierne sobre el quehacer afanoso del siglo XX... En el crecimiento de lo popular está la sorpresa de saber alguna vez qué hay que hacer. Es un saber potencial que surge de un silencio lleno”[4], nos lleva a un futuro imprevisto que se debe sólo a la potencia del crecimiento. De allí que Kusch proponga, además de un ‘pensar seminal’[5]que no requiere causas sino se alimenta en una visión orgánica, sólo un ‘esbozo de antropología’, a partir del silencio lleno del discurso popular, al margen de la preocupación de definir al hombre, tomando en cuenta la penosa operación con que el pueblo afirma su humanidad. El problema de América es entonces el de recuperar toda la potencialidad del pensar y saber apostar al futuro. En este pensar se trata de un diálogo, que es ante todo un problema de interculturalidad, dado que entre los interlocutores hay una diferencia de cultivo, no en el sentido de grado de despliegue sino de estilo, de modo de ser encarnado en cada uno, diferencia de perspectiva y de código, no sólo acervo sino actitud. Porque detrás de una cultura se da la cuestión de lograr un domicilio existencial, una zona de habitualidad en la que cada uno se siente seguro, concede sentido a lo que nos rodea. Lo que constituye una unidad geocultural, en la que la ecología de un ámbito, así como su habitat, son recubiertos siempre por el pensamiento del grupo, que adquiere gran importancia para comprender todo lo que se refiere al mismo; de allí las resistencias que ofrece a toda interferencia del mundo exterior y que sea imprescindible para el acceso el estudio del tal pensamiento, núcleo seminal que proporciona los contextos simbólicos con que se visten la realidad y el quehacer cotidianos, entrecruzado por una parte por las decisiones prácticas del grupo ante el medio geográfico y por otra por el saber tradicional acumulado en las generaciones anteriores. Ello lleva a cuestionar la posibilidad de un pensamiento normativo; todo pensamiento sufre la gravidez de un suelo, es una determinada propuesta cultural y se trata de descubrir en su gravidez un cuadro real del mismo que abarque todas las variantes de su modo de ser universal. En América, expresa Kusch desde su experiencia, está en juego la relación interhumana vista por dentro, al margen del mundo de las cosas determinables, en vez de la digitación de soluciones sociales que apuntan a una comunidad externa, que siempre tiende a tener los caracteres de lo contractual; se da una comunidad interna que se ubica al margen de la conciencia, como un a priori que parte de la inconciencia social y que hace realmente a la coherencia del grupo. La búsqueda de esto es fundamental, en un análisis antropológico-filosófico y es lo que debería flotar en todo trabajo de campo. Se trata de nuestra participación en la idea de hombre. En el fondo supone la búsqueda de un nuevo modo de pensamiento o de lógica, quizás una lógica de negación, que implica un redimensionamiento ante las afirmaciones vigentes. El modo peculiar de cultivo para hacer frente al contorno, o cultura, su molde simbólico para la instalación de una vida constituye el así llamado suelo, que incide por su ausencia en la filosofía; tanto en su ausencia perceptible como en su presencia impensable no hace a lo empírico sino a la función de moldear, deformar y en el fondo corromper la intuición de lo absoluto. De allí la importancia de ‘un punto de vista geocultural’ entre nosotros, que supone lo fundante por una parte y lo deformante y corrupto por otra con respecto a cualquier pretensión de universalidad, pero también la posibilidad de una universalidad paradójicamente propia; fricción entre el así llamado espíritu y el suelo que le sirve de sostén, en su doble faz como deformación pero también como fundamentación. La idea de fundamento en la filosofía, afirma Kusch, es en realidad un derivado del concepto de suelo, en el sentido de ‘no caer más’, de estar de pié, dispuesto ante la circunstancia a fin de poder instalar la existencia. Ello conduce a un ‘pensamiento pegado al suelo’, por donde se advierte el hilo de lo esencial, entreverado con la circunstancia del estar mismo; entonces lo que hace a la esencia no pasa de ser un episodio menor dentro del pensar en general. Quizás lo propio de nuestra filosofía sea advertir en qué medida se deforma a causa de la gravidez local y es ésta la que se torna esencial; de este modo, Kusch no duda en afirmar que la misma imperfección del filosofar hace a la filosofía americana, en tanto nuestra verdad siempre deforma lo que se pretende instituir formalmente; mas se trata entonces no de modificar la filosofía sino de redimensionar lo que es esencial y que sirve de posible eje al hecho de vivir dentro de una racionalidad propia, de encarar el pensamiento popular como si se aprendiera a ver de nuevo ingenuamente una realidad. El pueblo no vive su cultura como un simple entretenimiento sino como una forma de concretar en una fecha determinada o en un ritual cualquiera el sentido en el que descansa intuitivamente su vida, y es lo que hace que pueda tener algo así como filosofía; se habla a partir de la tiniebla para ganar la conciencia, pero sabiendo que ésta no puede agotar toda la verdad, siempre queda en la tiniebla la posibilidad de una verdad mayor. De allí que haya que considerar las relaciones entre mito y racionalidad. El mito cumple la función de no sólo delimitar un campo para el relato, sino además de retraducir en otro más verdadero lo que por ej. una informante quiere decir, no habiendo querido decir el mito sino atestiguar con él la vigencia de un orden más profundo, más verdadero, que totaliza su pensamiento real. Por ej. en el tema de la luz, no se trata de relatar su advenimieno sino de hacer ver cómo la oscuridad es tan importante como la luz, y sacralizar el hecho de que la haya, no en el sentido de que lo sagrado se reduzca a que haya luz sino de que haya también tinieblas, en la conjunción de ambas; así lo sagrado es la verdad, pero una verdad abisal, insondable, a la vez evidente y oscura, que acentúa el margen del errar del vivir cotidiano, ya que representa la instancia de lo otro que irrumpe desde el área de lo sagrado pese a los límites intelectuales puestos por el mito. De este modo, el mito es la parábola que surge recién cuando la gran palabra consolida la inminencia de lo impensable, que hace al sentido de lo sagrado. Si racionalidad supone una forma de instrumentar la verdad o de acceder a ella, la racionalidad popular parte de la verdad para ver recién cómo se instrumenta. Se observan grados de conciencia mítica según aparezca el factor racionalidad: uno primero, vivencial, original, donde se genera el sentido mismo aunque no explícito, de modo gestual, mucho antes de la palabra; un segundo nivel, donde lo mítico retraduce un hecho cotidiano a un horizonte mítico, en tanto no deja de participar de él, por lo que lo que llamamos objetividad no sería más que el revés del mito; por fin, el mito condiciona la verdad para una situación objetiva, es relatado y podría ser motivado por un hecho moral. La racionalidad implica paradójicamente la inversión de lo mítico, ya que se instala para lograr fundamentación, pero siempre a costa del fundamento mismo. Se trata de las raíces abisales de todo fundamento, o sea, la original imposibilidad de haber algún fundamento, o al menos la aprehensión conciente del mismo En lo dicho se sugiere otro modo de pensar, en este caso de concebir una antropología, otra línea de encarar lo humano en relación con el orden vigente; el planteo se invierte, en lugar de verse lo humano desde una perspectiva compartimentada donde por ej. cultura y educación tienen su sentido establecido, se trata de ver en qué medida lo dicho sobre estos temas debe sufrir variantes, preguntarse por qué motivo lo humano en América no logra encuadrarse en los modelos que se fijan como estampas de eficiencia, si estas disciplinas no surgirán más bien de la institucionalización de una voluntad cultural que nos es ajena. Porque si lo dado no es más que la instalación de un estar, en general, la cultura no consiste totalmente en un quehacer fundante, lleva en su esencia una trampa insalvable, porque sirve a lo inmediato pero no es lo fundante en sí, apenas sugiere la posibilidad de un fundamento, porque hay algo pre-dado en el campo de lo impensable del estar con respecto al cual la cultura se reduce a un simple juego de encontrar algo así como el fundamento y poder fijar un itinerario, la compensación de una finitud, de lo desalbergado, de la desazón fundamental; se trata entonces de fundar una habitualidad a modo de domicilio, pero presionados desde el otro lado del mundo simbólico, con el peso de una alteridad que trasciende, simulando una reiteración a nivel símbolo de eso que trasciende, un juego dramático que busca lograr infructuosamente la desgarrante coincidencia entre lo que trasciende y la finitud. La cultura vista como proceso, acto, es entonces el balbuceo que marca esa coincidencia, un intento de diálogo, pero sólo a flor de piel porque nunca logra decir toda la palabra; la posibilidad de esbozar un efímero esto es que se diluye en un siendo dentro del requerimiento de una respuesta mayor que se esfumó. De allí la paradoja del arte[6], según Kusch. A lo fundamental del mismo se accede con el desvanecimiento del es, con una obra perdida en un gerundivo siendo dentro del requerimiento de aquella respuesta mayor que se esfumó. Reflexiones críticas sobre la impronta que en América realiza el arte sobre la cultura, vista como un modo de habitar el mundo, descubren otros rasgos del modo de ser y pensar del hombre en ella: lo caracteriza en su singularidad con respecto al arte occidental, en el que predominaría el signo sobre lo signado apegándose al esplendor de la forma, el tomar su impulso sobre la intuición de lo tenebroso en tanto compromiso con una realidad informe y potenciada por sus propios mitos, que avasalla al sujeto y sus códigos; el afianzamiento de un domicilio existencial no presionado por las reglas, sino por la floración de un sujeto en sintonía con su propio horizonte simbólico. La constitución histórica de éste a través de diferentes proyectos incita a Kusch a ensayar posibles respuestas en cuatro obras teatrales, como son “Tango”, “Credo errante”, “La muerte del Chacho”, “La leyenda de Juan Moreira”, que formula hipótesis sobre las posibilidades de identificación y borramiento de nuestros mitos fundacionales. Por la misma razón, lo educacional desaparece como problema especialmente en lo que se refiere a su institucionalización, dado que no se trata simplemente de transmitir un acervo cultural como si éste fuera un objeto, sino en todo caso de la reactualización del acto que funda lo cultural, el encuentro que encierra el símbolo entre la posibilidad de un fundamento y la urgencia de su hallazgo. La educación se cumple, entonces, en el acto de este encuentro simbólico, no consiste en generar individuos seguros, no se confunde con el aprendizaje, que es un episodio menor. Algo semejante ocurre con lo económico. En América es el juego de un amplio campo de hechos, determinaciones, elaborados por otros. Kusch hace por ej. referencia entre otras a la economía quechua, que así como toda su vida cultural podría explicarse en torno a un eje determinado por las tres instancias del ruway o trabajo no forzado, condicionado por las necesidades y en el curso del vivir cotidiano, el khuway o amparo, con énfasis en la actitud y génesis emocional, el phuyllay o juego, que en su sentido más amplio alude a formas de convivencia social; tres aspectos de una miasma unidad de concepción, que con el kausay o vida y el yuyai o recuerdo, pensamiento, completan la circularidad de una misma forma de actuar típica. Lo fundante de lo económico es básicamente el problema de la instalación de un esto es en el nivel del siendo transitorio, a partir de sus raíces que se dan en el otro extremo de la afirmación, junto a la puerta abierta e ineludible de los símbolos. Por eso a nivel de pueblo lo económico se convierte, cuando se da en el puro trueque, en un ritual silencioso donde se cumple con la necesidad pero en cuanto ésta abarca toda la pregunta, desde la meramente económica hasta la metafísica, por lo que se explica que el pan siga siendo sagrado, siempre se lo consagre o ch’alla, y resulta absurdo que falte. Pero cuando lo económico se independiza de la necesidad así concebida, en tanto se concreta en los bienes mismos y se somete por eso al rigor científico, aparece la palabra y por ende la economía como disciplina, pero como ejercicio independiente, ajeno al hombre, cosificado, que maneja la estrategia de la distribución de los bienes y prepara la explotación, porque no cumple con el juego humano.. Mientras que lo económico en su originalidad, aún cuando pase a ser ciencia, no es más que un tránsito de un siendo que se instala a partir del estar en un acto, por el cual se asume no mucho más que el momento cosmogónico de la aparición de la luz aunque se trate del pan, en cuanto la luz cohabita con las tinieblas, donde se ubica la finalidad, el anti-discurso, el paquete ético-mítico que nos accede a la in-utilidad de lo sagrado, pero descubre la relatividad de la afirmación; por ahí se accede a los símbolos, y más allá a la presión de lo absoluto, donde se da una ética sin código, o se abre a la disolución de cualquier ciencia económica, porque ésta carecería de sentido. El problema de América es la contradicción entre lo que ocurre realmente con lo humano en su integridad de estar-siendo, que hace a lo humano en general, y la estrategia ambigua y explotadora de la filosofía del mercado de las cosas y de sus hombres convertidos en modelos cosificados. “Poder realimentar la transitoriedad de lo fundante, ganar la inseguridad para lograr la plenitud de lo humano es nuestra misión en América, que afortunadamente no logra recuperar la seriedad que le exige el imperio, porque comprende la transitoriedad de la trampa del ser y con ello el fin del imperio mismo”[7]. Es el reconocimiento de una así llamada de-formación de lo humano, pero que supone otra formación en el campo de las posibilidades del ‘estar-siendo como juego’, lo que deja constancia de una gama total de lo humano pero también de su indefinición radical y además de su finitud en el campo de decir esto es, finitud que hace a la fecundidad, que es relativa, porque sólo es compensatoria, ya se llame trueque, macro-economía o cohete interplanetario. Y es que en el fondo de América, continúa expresando Kusch, se tropieza violentamente con el milagro de ser-hombre, con su profunda e inalienable vejez de serlo, pero que hace recién a partir de aquí a un futuro denso, auténtico, fundado, aunque nunca se sepa cuál es el fundamento, pero que seguramente estará asistido desde el otro extremo de los símbolos para esta pobreza esencial que encierra lo humano...Se trata en el fondo de abrevar en nuestro estar lo fundado, pero para ello nada se necesita, sino apenas la paradoja del vivir mismo, pero también toda su sacralidad[8]. Es así como lo humano en América sólo se puede connotar como práctica, como un operar incesante, de allí el estar-siendo como fórmula dinámica que traduce el juego vital entre lo indeterminado y determinado, pero que hace a lo humano con un alcance universal, responde a su indeterminación, en referencia al fondo metafísico de lo existente en general, y también al silencio original, pero por eso mismo a la posibilidad de recuperarlo en una dimensión indo-americana. Se trata de descubrir lo humano a partir de su propio acontecer, lo realmente universal que se da en lo particular y empírico. El ‘ganarse la vida’ supone un acierto hacia la eficiencia, simulado en el saber vivir; se gana el acierto tomando conciencia de lo lúdico del vivir, ello significa fundar; se trata de lograr un acierto fundante o como si lo fuera, como si se buscara la determinación definitiva. Mas los aciertos fundantes son momentos del vivir mismo que no hacen a su totalidad, la revisión de la vida a través de sus episodios disuelve la seguridad del fundamento. Éste es un episodio mayor del vivir en general, no se da en el vivir mismo la posibilidad real de asir el fundamento total, sino sólo el fundar menor de la determinación cotidiana; el estar del estar-viviendo inquiere por un fundamento mayor que no asoma, abre la cuestión por un juego de vivir que va más allá de ganarse la vida, en el que se distrae el afán de determinación para invertir el proceso y no tener que determinar sino ser determinado desde otro ángulo, apelar a una alteridad, a lo otro que funda el acierto, en función de un acierto eficaz para vivir pero desde ese otro lado, en el juego existencial, en el que se regresa del siendo del ser al estar. De allí que Kusch proponga una lógica de la negación[9]para comprender a América: la cuestión no radica en la importancia de la ciencia para la solución de nuestros problemas sino en la falta de categorías para analizar lo americano, una cierta ceguera en nuestra mente colonizada que no nos deja ver qué ocurre con América, para la que nos falta la fe. La lógica de la negación es un ensayo para verlo desde un ángulo imprevisto, en captar todo su peso, hasta violentar las pautas de nuestra pequeña burguesía tan empeñada sospechosamente en reafirmar algo que tiene demasiada consistencia para ser alterado. La negación no en su sentido matemático estricto sino en su semántica, no dentro de una lógica proposicional donde la verdad es entendida como la correspondencia entre pensamiento y realidad, sino en su sentido ontológico vinculada al ser del existente. Porque siendo el vivir un requerir la totalidad de ser, allí media el proyecto, la afirmación de la verdad está colocada como una totalización del propio ser a partir de la negación de las circunstancias. La razón profunda de ser de una cultura es brindar un horizonte simbólico que posibilite la realización del proyecto existencial, cuyo punto de arranque es el puro existir, o desde nosotros el puro estar como un estar aquí y ahora, asediado por la negación, o sea, por las circunstancias. De allí que lo que cabe al trabajo social no sea el conocimiento desde una lógica de la afirmación, sino la comprensión que sólo se logra por una lógica de la negación, por ej. no interesa el modo en que el brujo hace un ritual sino el proyecto de ser que pone en él; comprender supone además sacrificar al sujeto que comprende y ser absorbido o condicionado por el sujeto comprendido, que nos implica, modificando nuestra lógica conceptual occidental; no hay existente sin una intuición de la totalidad de ser, según una lógica de la negación que lleva de la negación a la afirmación de ser. Un método de negación niega lo meramente dado a nivel perceptivo o de conceptualización inmediata y llega a la profundidad del fenómeno, o sea, va por ej. de la mera copla que se canta a su trasfondo humano; negando se entra en un campo de indeterminación, por debajo de las pautas culturales vigentes, se ingresa en el área de verdad del objeto de estudio, en el campo donde se configura la posibilidad de ser con sus propias pautas y su propia voluntad cultural que las condiciona. En el fondo detrás de la negación se daría la pregunta por lo condicionante o sea el puro hecho de darse, de estar ahí existiendo. Ensayos, ponencias y artículos, además de obras centrales, reunidos hoy en una Edición de Obras completas, manifiestan en su conjunto un gran y solitario esfuerzo, hoy particularmente significativo para la filosofía y las ciencias sociales que intentan dialogar con la novedad de nuestros tiempos: el de pensar aprendiendo del discurso popular, porque como afirma en Aportes a una filosofía nacional[10], la filosofía en el fondo es sólo un episodio en el juego que hay entre un suelo y lo viviente abandonado a su mero estar, a partir de lo cual se reedita la universalidad, pero siempre en un encuadre geocultural. Notas [1]Esbozo de una antropología filosófica americana, t. III, Obras Completas. [2]Tal como lo afirma e intenta a lo largo de sus obras, por ej. ya en La seducción de la barbarie-análisis herético de un continente mestizo, t. I, Obras Completas, op.cit. [3]Es también el título de una de las primeras obras centrales, América profunda, t. I, Obras Completas, [4]Esbozo de una antropología filosófica americana, p.245-6, t. 3, Obras Completas. [5]Ver sobre todo El pensamiento indígena y popular en América”, t. II, Obras completas. [6]Ver también Anotaciones para una estética de lo americano, t. IV. Obras Completas. [7]Esbozo de una antropología filosófica americana, p.432. [8]Esbozo de una antropología filosófica americana, p.433-434, op.cit. [9]Una lógica de la negación para comprender a América, y La negación en el pensamiento popular, t. II Obras Completas. En Pozo de América, t. IV, Obras completas. Referencias bibliográficas Bibliografía citada R. Kusch, América profunda, Obras completas, t. I. R. Kusch, Anotaciones para una estética de lo americano, Obras completas, t. IV. R.Kusch, Una lógica de la negación para comprender a América, Obras completas, t.II R. Kusch, La negación en el pensamiento popular, Obras completas, t.II R. Kusch, Esbozo de una antropología filosófica americana, Obras completas, t. III. R. Kusch, La seducción de la barbarie-Análisis herético de un continente mestizo, Obras completas, t. I. R. Kusch, El pensamiento indígena y popular en América, Obras completas, t. II. Obras de Rodolfo Kusch Edición de Obras completas, Edit. Fundación Ross, Rosario, 1998-2000. T I: Datos biográficos de R.Kusch Libros publicados por R.Kusch Bibliografía de R. Kusch , obra édita, inédita y dudosa, trabajos de referencia a su pensamiento, por M.Michiut, G.Romano y M.Langon Palabras a un año de su muerte, G. Steffen La seducción de la barbarie (1953) Prólogo a la 1ª. ed. de F.J.Solero a la 2ª. ed. de C.A.Cullen, “Preguntar por lo que somos” Indios, porteños y dioses (1966) Prólogo de M.Casalla, “Rodolfo Kusch: una implacable pasión americana” De la mala vida porteña (1966) Charlas para vivir en América T II: América profunda (1962) El pensamiento indígena y popular en América (1970) Una lógica de la negación para comprender a América La negación en el pensamiento popular (1975) T III: Geocultura del hombre americano (1975/1976) Esbozo de una antropología filosófica americana (1978) T IV: Pozo de América Lo americano y lo argentino desde el ángulo simbólico-filosófico (1978) Pozo de América. El día de las Américas, 14 de abril 1965 (1985) Aportes a una filosofía nacional (1979) Corpus de informantes Semana Santa en Yavì (1978) Las religiones nativas (1987) Anotaciones sobre el Popol-Vuh y los cronistas (1977) América parda (Artículos y conferencias) Bolivia (cursos y trabajos de campo, 1967-1970) S.A.D.E. Teatro Tango Opiniones críticas sobre Tango La historia del pobre tipo Traición o cultura (1960) La leyenda de Juan Moreira (1960) La muerte del Chacho (1960) Cafetín Estar. Boletín de Arte de América (1959) Anotaciones para una estética de lo americano (1955) El sentido de lo trágico en el teatro indígena (1956) “En torno al teatro de R.Kusch”, R.López Pertierra Homenaje de la Cámara de Diputados de la Nación (1989). Otras ediciones: La seducción de la barbarie-Análisis herético de un continente mestizo, Edit.Fundación Ross, con sendos Prólogos para la 1ª. y 2ª. ed. de F.J.Solero y de C.Cullen, Rosario, 1983. El pensamiento indígena y popular en América, Hachette, 3ª.ed, Buenos Aires,1977. La negación en el pensamiento popular, Cimarrón, Buenos Aires, 1975. Geocultura del hombre americano, F.García Cambeiro, Buenos Aires, 1976. América profunda, Buenos Aires, 1ª.ed. Hachette 1962, 2ª.ed. Bonum 1975, 3ª.ed.1986. Indios, porteños y dioses, Buenos Aires, 1ª.ed Stilcograff 1966, 2ª.ed.1994. De la mala vida porteña, Buenos Aires, Peña Lilio, 1966. Esbozo de una antropología filosófica americana, Castañeda, S.Antonio de Padua, 1978. Tango y Credo Rante, Buenos Aires, Talia, 1959. La muerte del Chacho y La leyenda de Juan Moreira, Stilcograff, Buenos Aires 1960 Bibliografía sobre R.Kusch De entre la numerosa bibliografía cabe destacar: C.M.Pagano Fernández, Un modelo de filosofìa intercultural: Rodolfo Kusch (1922 -1979). Aproximación a la obra del pensador argentino., Concordia Monographien, Aachen, 1999. Contiene una lista alfabética de los escritos éditos e inéditos del pensador y una lista alfabética de la bibliografía sobre el mismo. Cuartas Jornadas del pensamiento filosófico argentino. “La obra de Rodolfo Kusch” 1993. Homenaje a los diez años de su muerte. Fepai, Buenos Aires 1989. Azcuy Eduardo A. compil., Kusch y el pensar desde América, Buenos Aires 1989. Borda de Rojas Paz, Nerva, “Kusch, expresión de una estética americana. Vìa de acceso al sujeto americano”, en Boasso, Maturo y otros, Literatura y hermenèutica. Estudios sobre la creación y la crìtica literaria desde la perspectiva latinoamericana, Buenos Aires, 1986. Casalla, Mario, “Filosofìa y cultura nacional en la situación latinoamericana contemporánea”, en rev. Nuevo Mundo, N1, v.3, San Antonio de Papua, p.36 -50. Cullen Carlos, “Ser y estar. Dos horizontes para definir a cultura”, en rev. Stromata, año 34, San Miguel, p.43-52. 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Hayes Rodolfo Mario Agoglia: filosofía, historia y cultura nacional por Sara Jafella El humanismo en los ensayos de Aníbal Ponce: alcances y limitaciones por Adriana Arpini Eduardo Mallea: una antropología crepuscular por Hugo E. Biagini Rodolfo Kusch, aportes de una antropología americana por Dina V.Picotti C. Víctor Arreguine ante el progreso humano por Fernando Pablo Vilardo Alberto Rougès ante la condición humana por Eduardo Oscar Manso Margarita Praxedes Muñoz por Daniel Omar De Lucia Miguel Angel Virasoro ante la condición humana por Mónica Virasoro © 2010 -2013 CECIES Asociación Civil. Todos los derechos reservados. Términos
EL MITO DE LA CIVILIZACIÓN Nunca antes, como en estos tiempos, se ha escrito y debatido tanto y con tanta intensidad sobre el grado civilizatorio alcanzado por la humanidad. Ya sea por la caída del socialismo real, por el fin de la historia y de las ideologías (que decretara Fukuyama), ya sea por el fin de siglo y el comienzo del nuevo milenio occidental y cristiano, por el jubileo o la posmodernidad y hasta por la edad post-humana1 y la revolución que produjo la decodificación del genoma humano; sea cual haya sido la razón (o tal vez por la sumatoria de todas), parece cierta la voluntad del hombre de tratar de percibir una vez más, por donde transitará la vida en este planeta durante los siglos que vendrán. Cuando pensamos en esto la primera sensación que experimentamos es la del asombro y también la del miedo, porque parece que la humanidad se ha disparado repentinamente hacia el espacio y se ha olvidado de nosotros. Es una sensación como de que se ha conformado un mundo paralelo que poco o nada tiene ya que ver con nuestras vidas, ya que nosotros seguimos siendo “nosotros” sin mayores estridencias y nuestros sueños y angustias no han experimentado ningún cambio desde que el hombre es hombre sobre la tierra. Y tal vez sea cierto, tal vez la ciencia y la tecnología se hayan convertido en un fin en sí mismo. El conocimiento como necesidad, como un medio para sortear las dificultades de la vida, para ir mejorando la calidad del existir, fue convirtiéndose poco a poco en un juego, o sea en las infinitas posibilidades de reinterpretar la realidad, de modificar los objetos y la existencia misma y parece que esas posibilidades se han agotado, que el juego ha terminado, que llegamos al final. Pareciera que el desarrollo científico/tecnológico no está muy lejos de llegar al límite de lo posible. Y es que ya casi no quedan misterios que no sucumban ante los microprocesadores, ante la razón y la inteligencia del hombre. Hemos hecho posible lo que ayer nomás era impensado y en cierta forma eso nos aterra. No sabemos si cuando descorramos el último misterio lo único que encontremos, sea la nada más absoluta. Ahora bien, cuando pensamos en estas cosas tenemos que ser conscientes que nos estamos haciendo las mismas preguntas que, por ejemplo, se hacían los filósofos griegos, miles y miles de años antes de que nosotros tuviéramos conciencia siquiera, de que el mundo existiese. De que nos ha servido en definitiva haber jugado todo el juego, si al final llegamos al mismo punto de donde partimos? Me gustaría repensar desde aquí el problema que planteamos. Porque, es bueno aclararlo desde el comienzo, los parámetros aceptados para medir el proceso civilizatorio, parecen ser demasiado inconsistentes, demasiado interesados, demasiado, en definitiva, fraudulentos como para seguir reciclándolos. La civilización occidental y cristiana (por llamarla de alguna forma) es una civilización que un determinado momento de su desarrollo se objetivó de manera absoluta y esto explica (aunque sea en primera instancia) por qué hoy vivimos en una lógica de los objetos. Se ha subvertido el orden natural y los utensilios (ya sean las primeras herramientas de piedra que nos ayudaron a sojuzgar la naturaleza, o sean los sofisticados utensilios cibernéticos de hoy) se han independizado de nosotros y no solo se han independizado, sino que han pasado a manejar nuestro destino2. Esta inversión del orden natural, es (a mi parecer) el principal indicador de la crisis civilizatoria del hombre. De qué estamos hablando? El supuesto mito de la civilización, esa aparente sensación de que no hay nada ya indescifrable, es realmente un mito. La ciencia y la tecnología, el pensamiento en última instancia, solo han avanzado de manera significativa en el plano de los objetos. Que nos pueden decir los decodificadores del genoma humano acerca de la tristeza, acerca del amor o la ira? El conocimiento científico ha sido hasta el momento incapaz de predecir y hasta de comprender en muchos aspectos, el comportamiento humano. En el “Partido revolucionario y la batalla cultural en América” hemos planteado este tema, por lo que no voy a volver sobre lo ya dicho. Queda claro que esto no siempre ha sido así, ni siquiera para el pensamiento occidental y cristiano. Hasta la modernidad el pensamiento occidental (al decir de Kusch3) se desplazó, como todo pensamiento verdadero, sobre una “doble vectoralidad”, o sea, tanto en el plano racional, como en el emocional, tanto en lo material como en lo espiritual, tanto en términos de entrancia como de exterioridad (que es decir la misma cosa). A esto Kusch llamaría: “un pensamiento total” y el pensamiento occidental lo fue hasta la Modernidad. La “muerte de Dios”4 si bien fue necesaria desde el punto de vista de terminar con el fanatismo religioso como “tapón” del conocimiento, nos ha sumido en una angustia existencial que perdura hasta nuestros días. Hasta ese momento el hombre estaba amparado por lo divino y la existencia de lo supranatural daba la posibilidad de trascender lo material, la vida aquí y ahora y esa posibilidad trascendente daba, en términos de entrancia, una cierta lógica al mundo, un cierto equilibrio a un universo concebido como lucha de contrarios, de lo fasto y lo nefasto, en el cual el hombre intervenía a través del ritual conciliando el desgarramiento del universo, equilibrando los contrarios para que la vida fuera posible. No podemos confundir (entrados ya en el tercer milenio de occidente) la espiritualidad con la religión y la religión estudiada y analizada desde la mismísima cultura de los objetos, no es más que una manipulación de ese mundo objetivado, no es más que un socio cómplice de esa subversión del orden natural y es por eso y solo por eso, que “la muerte de Dios fue necesaria e inevitable”. Pero el problema es que no hemos podido llenar el vacío que provocamos. El conocimiento y la razón, el trabajo creador (o sea el ideal de la Modernidad), no han podido liberarnos, no han posibilitado el desencadenamiento de todas nuestras potencialidades y esto es, como ya hemos dicho, porque a mitad de camino se subvirtió el orden de las cosas. Ese espíritu renacentista, humanista, iluminista tenía una jerarquización muy clara, todo aquello (el conocimiento, la razón, el trabajo creador) estaba ligado indisolublemente y subordinado, al bienestar del hombre. La inversión de los términos es lo que analizan Marx y Engels en “El Capital”, o sea la conversión del hombre en mercancía (en fuerza de trabajo que necesita venderse y que por tanto cae en la esfera de los objetos). Es por eso que podemos decir que el desarrollo científico/tecnológico, (que también puede ser explicado en gran parte como una forma de evitar la caída de la tasa de ganancia), lejos de habernos liberado, nos ha enajenado y de esto ya no hay duda; tal es así, que la reproducción incontrolada e ilimitada de los objetos y su encaramamiento en la cúspide civilizatoria, está amenazando seriamente (quizás mucho más seriamente de lo que pensamos) la supervivencia misma de la especie y el entorno donde se ha desarrollado. En otro trabajo yo he intentado desarrollar puntos de contacto (para mí evidentes) entre algunos planteos de Kusch y lo que Marx elaboró en torno a la mercancía. Estas posibilidades de exploración me parecen inagotadas, lo que sí me atrevo a plantear (no de manera original, sino apoyado por toda una generación de nuevos científicos) es que la civilización, en los términos en los cuales nos han educado, quizás constituya el fraude más grande en la historia de la humanidad. El “mito de la civilización” es un mito creado por el capitalismo, o quizás, seguramente ya de manera anterior en el proceso de formación del capitalismo, para ser más exactos. Este mito ayudó a consolidar su lógica y su lógica (como ya lo señalamos) es antagónica con la preservación de la vida en este planeta. No solo es falsa la dicotomía, la división entre “civilización y barbarie”, sino la de “historia y prehistoria”, las nociones de “desarrollo” y “progreso” y de todo un arsenal de categorías con las que se ha manejado el mundo desde finales del siglo XIX y que hoy, como parte de ese mito, son presentadas como una verdad irrefutable, como “la forma natural de ser del mundo”, cuando en realidad esas construcciones ideológicas pertenecen a un lapso insignificante de tiempo en la historia del hombre sobre la tierra, son como alguien dijo “solo un parpadeo en al historia del mundo”. La batalla cultural/ideológica, no es otra cosa que la pretensión de incorporar al sentido común de nuestra especie, el mito civilizatorio capitalista; cuando en realidad la historia de la humanidad tiene (por usar las mismas categorías del enemigo) muchísimos, pero muchísimos miles y miles y miles de años más de “barbarie” que de “civilización”. Todo esto está además “convalidado por la ciencia” y como ya hemos dicho en otros trabajos la ciencia a demostrado que no es neutral; decimos esto por la sencilla razón de que si la ciencia hubiese sido neutral, si existiese un conocimiento científico independizado de los factores de poder, la ciencia hubiera estado al servicio del hombre y no al de su explotación. No hubiera convalidado “el mito civilizatorio” y tan es así que hoy se habla ya de la edad post-humana, en el sentido que la ciencia podría realizar lo que la “ingeniería social” (léase las revoluciones) no ha podido. La ciencia no solo a convalidado sino que también ha mentido en pos de ese mito capitalista. La Apolo 11 no llegó a la luna, el HIV es un arma biológica creado artificialmente; las imágenes de los iraquíes ultimando a los enfermos del hospital Kuwatí, eran tan solo un montaje mediático, etc., etc., etc.. Es decir la ciencia como ya lo dijimos en varios de estos trabajos ha sido parte interesada con respecto a la mantención del status-quo mundial. Federico Engels termina su “Origen de la familia” escrito en 1884 con el siguiente párrafo: “Los intereses de la sociedad son superiores y anteriores en absoluto a los intereses individuales, y unos y otros deben concertarse en una relación justa y armónica. La simple caza de la fortuna no es el destino final de la humanidad, a lo menos si el progreso continúa siendo la ley del porvenir como ha sido la del pasado. El tiempo transcurrido desde el advenimiento de la civilización no es más que una fracción ínfima de la existencia pasada de la humanidad, una fracción ínfima del tiempo futuro que aún le queda por delante. La disolución de la sociedad se yergue amenazadora ante nosotros, como el término de una carrera histórica cuya meta es la fortuna, porque semejante carrera encierra elementos de su propia ruina. La democracia en la administración, la fraternidad en la sociedad, la igualdad de derechos y la instrucción general, inaugurarán la próxima etapa superior de la sociedad, a la cual tienden constantemente la experiencia, la ciencia y la razón. Será una rediviviscencia de la libertad, igualdad y fraternidad de las antiguas gentes, pero bajo una forma superior” Me aferro a esta afirmación de Engel como un náufrago al madero; la nueva sociedad será una vuelta a la barbarie después de haber alcanzado el máximo grado posible de desarrollo científico/tecnológico?. Si es así, esto echa por tierra toda la mitología del capitalismo posmoderno. Si el pensamiento (como dice Kusch) se desarrolla sobre una doble vectoralidad: una objetivada o externa y una no objetivada o interna, es decir espiritual y material, quiere decir que el ideal de desarrollo civilizatorio, sería aquel en el cual los dos vectores se hubiesen desarrollado de la forma más armónica posible. Quiere decir también que determinados grupos de hombres, debido a los largos períodos de aislamiento de que fueron objeto las sociedades primitivas, debido a un sin número de factores históricos y culturales y del entorno geográfico y hasta del azar, hayan podido experimentar procesos evolutivos particulares y diferenciados, que se pueden haber desplazado con mayor intensidad, sobre uno u otro vector de pensamiento, no necesariamente igual al proceso experimentado por otro pueblo, en otro lugar y con otras características. El fraude comienza cuando medimos a un pueblo por su desarrollo tecnológico, o por ser más exactos por sus objetos ahislados del cosmos al que esos objetos pertenecen. Alguien dijo una vez, por ejemplo, de que sirve una rueda en la montaña (aludiendo al hecho de que los incas “desconocían” la rueda) y yo me atrevería a decir que en la “barbarie” había una cierta coherencia entre lo material y lo espiritual, entre el utensilio y la cosmovisión a la que servía. Por otro lado el utensilio bárbaro era un producto cultural y no como en muchos casos del mundo civilizado, occidental y cristiano, donde muchas veces era una apropiación de otras culturas y no el producto de una edad que de paso sea dicho, fue en muchos aspectos, un retroceso con respecto al mundo grecolatino y del oriente próximo. Es más sería una simplificación pensar que el saqueo de occidente sobre el resto del mundo fue solo obra de la ambición desmedida, creo que hubo mucho de barbarie en el real sentido de la palabra, o sea de fundamentalismo, de incapacidad para comprender y por ende valorar aquellos pueblos que se iban incorporando después de cada viaje, al restringido “mundo conocido” de señores y vasallos. El error es medir a los demás con nuestros propios parámetros culturales y en el caso del occidente cristiano, esos parámetros son esencialmente los bienes materiales. Se podrían trazar cientos de paralelismos entre el ibero que llegó a nuestras tierras y las diferentes culturas originarias de América y realmente no sé si tenga sentido hacerlo ya que alguien podría pensar que aquí se está planteando un etnocentrismo de sentido inverso. Lo que sí queda claro para cualquier observador serio es que el hecho de que en América las culturas originarias hayan seguido otros itinerarios de desarrollo, no quiere decir ni remotamente que eran menos civilizadas que el europeo del medioevo, más bien en muchos aspectos, todo lo contrario es cierto. Si el pensamiento (como dice Kusch) se desarrolla sobre una doble vectoralidad: una objetivada o externa y una no objetivada o interna, es decir espiritual y material, quiere decir que el ideal de desarrollo civilizatorio, sería aquel en el cual los dos vectores se hubiesen desarrollado de la forma más armónica posible. Quiere decir también que determinados grupos de hombres, debido a los largos períodos de aislamiento de que fueron objeto las sociedades primitivas, debido a un sin número de factores históricos y culturales y del entorno geográfico y hasta del azar, hayan podido experimentar procesos evolutivos particulares y diferenciados, que se pueden haber desplazado con mayor intensidad, sobre uno u otro vector de pensamiento, no necesariamente igual al proceso experimentado por otro pueblo, en otro lugar y con otras características. El fraude comienza cuando medimos a un pueblo por su desarrollo tecnológico, o por ser más exactos por sus objetos ahislados del cosmos al que esos objetos pertenecen. Alguien dijo una vez, por ejemplo, de que sirve una rueda en la montaña (aludiendo al hecho de que los incas “desconocían” la rueda) y yo me atrevería a decir que en la “barbarie” había una cierta coherencia entre lo material y lo espiritual, entre el utensilio y la cosmovisión a la que servía. Por otro lado el utensilio bárbaro era un producto cultural y no como en muchos casos del mundo civilizado, occidental y cristiano, donde muchas veces era una apropiación de otras culturas y no el producto de una edad que de paso sea dicho, fue en muchos aspectos, un retroceso con respecto al mundo grecolatino y del oriente próximo. Es más sería una simplificación pensar que el saqueo de occidente sobre el resto del mundo fue solo obra de la ambición desmedida, creo que hubo mucho de barbarie en el real sentido de la palabra, o sea de fundamentalismo, de incapacidad para comprender y por ende valorar aquellos pueblos que se iban incorporando después de cada viaje, al restringido “mundo conocido” de señores y vasallos. El error es medir a los demás con nuestros propios parámetros culturales y en el caso del occidente cristiano, esos parámetros son esencialmente los bienes materiales. Se podrían trazar cientos de paralelismos entre el ibero que llegó a nuestras tierras y las diferentes culturas originarias de América y realmente no sé si tenga sentido hacerlo ya que alguien podría pensar que aquí se está planteando un etnocentrismo de sentido inverso. Lo que sí queda claro para cualquier observador serio es que el hecho de que en América las culturas originarias hayan seguido otros itinerarios de desarrollo, no quiere decir ni remotamente que eran menos civilizadas que el europeo del medioevo, más bien en muchos aspectos, todo lo contrario es cierto. El arqueólogo Richard Rudgley en su reciente trabajo “Los pasos lejanos/una nueva interpretación de la prehistoria” , demuestra de manera inobjetable que el desarrollo humano ha sido siempre y lo será, una empresa colectiva. Rudgley sostiene y fundamenta a través de los estudios de otros científicos como los de la rumana Marija Gibuntas, que los avances de la civilización no aparecen “de repente” como un hecho mágico y espontáneo, ni como producto de la inteligencia de un grupo de hombres geniales y totalmente originales que influencian a los demás pueblos (notoriamente menos inteligentes y desarrollados) propiciando así un avance civilizatorio. No, de ninguna manera. Los más recientes estudios están revolucionando totalmente las ciencias arqueológicas. Los rígidos esquemas con los que se ha pretendido medir el grado civilizatorio de los pueblos en general y del hombre particular están sucumbiendo ante las nuevas teorías y los estudios de campo. Estamos hablando aquí de cosas tan elementales como que a determinado período (paleolítico, neolítico, edad de bronce o de hierro y sus correspondientes subdivisiones) le corresponde determinado grado de desarrollo material y espiritual, así de manera automática, cosa que es totalmente falsa y no solo falsa, sino que a estas alturas es ya inoperante como esquema. Incluso se ha trasladado esta forma de analizar las cosas al plano del desarrollo intelectual (por decirlo de alguna manera) del hombre en distintos periodos, instalando la imagen de un hombre cuasi animal y por ende muy diferente a la idea de lo humano que hoy tenemos. Si tomamos como indicadores los más comunes y generalmente aceptados como la escritura, los sistemas de contabilidad, el dominio tecnológico y la creación de objetos materiales, el arte y la religiosidad, los conocimientos médicos, la organización social, etc., como reveladores del grado civilizatorio al que un grupo de hombres han arribado, no podemos más que sorprendernos ante las nuevas investigaciones. El hombre desde el principio mismo de los tiempos ha albergado casi las mismas capacidades y potencialidades, no solo en el neolítico, sino hasta en el paleolítico se han encontrado evidencias de protoescritura , de sistemas de contabilidad numérica basados en fichas de cerámica con un valor determinado y es más, almacenadas en basijas como si se tratara de un archivo. El dominio ya en la “mal llamada prehistoria” de la astronomía, a través de calendarios solares y lunares y de la combinación de ambos, lo que presupone una práctica de la agricultura miles de años más temprana que lo normalmente aceptado. La existencia de sistemas religiosos con sus cultos, sus simbologías, que junto con el arte (concebido como hoy lo hacemos ) demuestra una capacidad de abstracción, para nada distante, de la que hoy podemos tener. El dominio no solo de la medicina, mediante el empleo de vegetales y minerales para el tratamiento de las enfermedades, la acupuntura, etc., sino de muchas técnicas quirúrgicas como las trepanaciones de cerebro, las cesáreas, los arreglos dentarios, presuponen no solo un conocimiento nada desdeñable del cuerpo humano y sus distintos sistemas, sino también un dominio asombroso de las técnicas y del instrumental adecuado para llevarlas adelante. El dominio de la minería, de la pirotecnología, la obtención y elaboración de alimentos, la construcción de templos, el arte y la música ritual y un sin número de otros indicadores, cambian radicalmente el concepto de lo “primitivo” y lo cambiarían mucho más si no fuera por las dificultades casi insalvables que se presentan para acceder a un mayor conocimiento de los logros materiales de aquellos hombres primeros. Lo que surge nítidamente de esto es que dada la similitud y la dispersión geográfica (que prácticamente abarca los actuales cinco continentes) de los objetos encontrados y sobre los cuales se basan los estudios antes citados, podemos hablar sin ninguna duda acerca de la existencia de una cultura madre (o mejor dicho, de un horizonte cultural común e inicial) que debido a los constantes desplazamientos poblacionales y al relativo aislamiento geográfico en el que pudieron encontrarse ocasionalmente durante espacios de tiempo relativamente prolongados, los distintos pueblos, fueron experimentando procesos particulares (determinados fundamentalmente por la influencia que tiene el medio en la cultura) y diferenciados unos con otros y que en una etapa posterior (debido a su desarrollo y expansión) fueron interactuando y aculturándose mutuamente propiciando un proceso de homologación cultural, de nivelación de las que (ahora sí) las “grandes civilizaciones de la antigüedad” fueron solo un momento de síntesis, de concentración y si se quiere, de transgresión y de salto hacia delante, de verdadero avance civilizatorio. Esto es totalmente distinto, radicalmente opuesto aunque no lo parezca, al mito civilizatorio del capitalismo, que pone en manos de un puñado de hombres (o sea de una “raza superior”) los avances de la humanidad y deja en un cono de sombra toda aquella cultura que no sea su antecedente directo. La historia no empieza con la escritura sino con el hombre. La civilización occidental no es un milagro del universo, sino el producto de una empresa colectiva que ha sido el desarrollo humano. La cultura occidental es en sí un proceso original, pero también es producto de la apropiación del conocimiento y los valores culturales de otros pueblos como los nuestros, que se desarrollaron en otra dirección, sobre una doble vectoralidad. Pueblos no objetivados con un alto grado de coherencia vital, donde todo y absolutamente todo lo material podía ser explicado y comprendido como una traducción al plano de lo concreto de una cosmogonía donde el hombre se reconciliaba con el universo a través de lo sagrado . La “barbarie” tiene por tanto mucho de maternal, de contenedora, de afectuosidad y equilibrio y muy poco de bárbara y la “civilización” tiene por cierto mucho de incivilizada. El único parámetro válido para medir el grado civilizatorio de un pueblo, es quizás, su angustia, porque la angustia es impotencia, es no poder ser y no es para otra cosa que nacemos a la vida. Todo lo demás es manipulación interesada, es convencernos de una incapacidad genética que cargamos en las venas y que ha determinado ya de antemano cual será nuestro destino sobre la tierra. El mundo occidental y cristiano es un mundo bastante ecléctico, quizás por que Europa fue durante miles y miles de años, un punto de encuentro de pueblos y culturas muy distantes y diversas. Decíamos recién de que se puede hablar de una “cultura inicial” de la que sin duda Europa formó también parte, pero una breve cronología de occidente, de sus “préstamos” culturales, nos puede ayudar sin duda a comprender la esencia de su mito civilizatorio. El primer préstamo fundamental lo obtuvo de los pueblos del oriente próximo, donde estas investigaciones de las que hablábamos más arriba han encontrado la mayor cantidad de evidencia para sindicarlos como uno de los principales y más tempranos polos de irradiación cultural. Otro momento sin duda es el que tiene que ver con los antecedentes y el surgimiento de la cultura helénica, que por otra parte es la que empieza a contactar a través de sus actividades ultramarinas con otros grandes centros de irradiación y con pueblos en otro estadio de civilización en el mismo continente, lo cual provoca por un lado una cierta apropiación de elementos extrínsecos y por otro le confiere un rol civilizador con respecto al resto de sus vecinos. Este proceso se intensificará y se hará más evidente, durante el período romano (heredero y continuador de aquella obra) que por su condición de gran imperio contactará, dominará y en gran medida asimilará a las más disímiles e importantes culturas de Eurasia y norte de Africa. Este proceso si se quiere de gran autonomía y que se convertiría en el ícono cultural de occidente (en la figura de la Grecia clásica o si más abarcativamente, de la cultura grecorromana) va a ser interrumpido abruptamente por la irrupción de las “hordas salvajes” de las estepas y he aquí la marca de occidente, la edad media va a ser una era oscura, de retroceso cultural con respecto al horizonte anterior y no va a ser hasta el Renacimiento (ya embarazada de capitalismo) que occidente recuperará su antiguo legado, aunque será tan hija de la lira como de la impiedad de las estepas. Con esa mística, con esos torrentes aún coagulados en la sangre es que Europa se lanza a la conquista del mundo, en una empresa titánica y despiadada que se extiende hasta nuestros días. Es por esto, que podemos decir que el mito de occidente es ante todo un mito guerrero, un horizonte que busca expandirse y poseer y que hastiado ya de engullir no puede parar de devorar aunque en ello se le vaya la vida. Esta es la percepción que desde cualquier punto del planeta se tiene hoy del occidente cristiano: insaciabilidad del espíritu, impiedad, sin razón. Estas ansias de poseer materialmente es la objetivación de la que hablábamos más arriba. El mito civilizatorio occidental (como lo apuntáramos en “el Partido revolucionario y la batalla cultural en América”) no puede dejar de ser funcional a los intereses del capitalismo, necesita para poseer, desarticular, disgregar, desinstalar la memoria, el legado cultural, la cosmovisión de los pueblos. Necesita subestimar, denigrar y prostituir la dignidad de los diferentes. Necesita educarlos y hacerlos devotos de sus cancerberos. Pero en su propia fuerza está su debilidad. El pensamiento occidental es un pensamiento “cojo” ya que se mueve unidireccionalmente, sobre un solo vector, pura y exclusivamente sobre el plano material y su angustia es tan grande como su ambición. La subversión del orden natural, el patio de los juguetes donde jugamos nunca podrá dar respuesta al problema fundamental de la filosofía: “al por que y para que del hombre y de la vida misma”. Las nociones de desarrollo, progreso y civilización, han sido solo las herramientas de un etnocentrismo atroz y lo siguen siendo. Un etnocentrismo que ha edificado un mito que para convalidar el espanto y la ambición ilimitada de una elite de “hombres superiores” de “guerreros civilizadores”. Todo, incluso el desarrollo científico/tecnológico ha estado casi de manera exclusiva al servicio de la reproducción de los objetos. El propio “socialismo real” no ha sido en muchos aspectos, más que una variante de este mito y creo que ha eso se refería el Che cuando decía que no le interesaba el socialismo si solo era un simple método de distribución de la riqueza, porque en última instancia, lo que no redunde en la felicidad del hombre será antinatural, anticivilizatorio. Ha sido el mito de la civilización el que no solo ha pretendido convencernos de nuestra inferioridad material sino hasta genética. No solo la teoría de las razas, sino que cada imperio a su turno se arrogó el parentesco por línea directa del hombre primigenio. Neandertal, Cro Magnón, son nombres de ciudades europeas que se han vuelto sinónimos del hombre primigenio. Ha sido tan grande la necesidad de convalidar el mito que llegaron a fraguar evidencia arqueológica como fue el caso del “hombre Piltdown” (1912) denominado el “hombre de los albores”, no era otra cosa que un cráneo medieval con mandíbula de orangután, pero los ingleses mantuvieron durante casi 50 años el origen “británico del hombre”, cosa casualmente muy conveniente para una potencia colonialista. Los norteamericanos hicieron lo propio con la teoría de “primero Clovis” que ubicaba al hombre más antiguo de América dentro de su territorio, hoy se sabe que fue al revés, que las migraciones fueron Sur/Norte y no Norte/Sur, también se sabe (aunque no les guste a los pálidos habitantes del primer mundo) que nuestro abuelito más recóndito era negro y africano. Toda esta gran mentira le ha costado la vida ha millones y millones de personas, ha destruido pueblos y civilizaciones enteras, ha depredado territorios y amenazado seriamente, como lo vemos hoy, la vida misma del planeta. Bárbaro, caníbal, hereje, incivilizado, no son solo adjetivos, son actas de ejecución firmadas por las elites mesiánicas que gobiernan el mundo, las mismas que ayer quemaban en la hoguera a los diferentes, hoy bombardean ciudades por no adoptar su cultura, su sistema de organización social o de gobierno, por no respetar (y esto es tragicómico) los derechos que ellos vienen violando desde el fondo mismo de la historia. El discurso que George Bush dirigiese al mundo después de los atentados de New York es espeluznante si lo analizamos a la luz de lo planteado en estas líneas y sin duda y por desgracia va a producir un cambio drástico en la vida de todos los que habitamos este planeta. Mas allá de lo repudiable de esos atentados (en el sentido de los miles de inocentes que murieron) si esas imágenes transmitidas por la CNN fueran un filme cinematográfico, no podrían llevar otro título que: “Cosecharás tu siembra”. Lo que pasó en New York, es lo que han hecho los EEUU y las naciones de Europa toda la vida desde que existen como naciones extramuros de las grandes metrópolis, de esa manera y no de otra, han pretendido “civilizar” a los “bárbaros”. El mundo en que vivimos y los tiempos que vendrán solo pueden ser entendidos mediante esta lógica. El “sentido común” de los hombres del tercer milenio fue edificado a lo largo de varios cientos de años, de a poco con sutileza, con medias verdades, con falsos ejes, subliminalmente y también de forma descarada ya sea a través de la violencia, la intriga o el fraude científico. “Dios guarde a los EEUU” es como decir “Cristo guarde a Pilatos”. El mundo no resistirá una nueva cruzada. Los inquisidores siempre han mostrado a lo largo del tiempo ser réprobos y perversos. No podemos seguir negociando el derecho a la vida y ese es un derecho que se conquista al nacer, se nazca donde se nazca, se tenga el color que se tenga, se hable el idioma que se hable, se adore a quien se adore, se sueñe con lo que se sueñe. La civilización es la libertad, el ser plenamente. No hay razas superiores ni pueblos bárbaros, solo hay caminos convergentes. La historia es una empresa colectiva y el nuevo estadio civilizatorio tendrá que ser hijo de un pensamiento total, un pensamiento que restaure el orden natural, el del hombre como centro de la creación, que ponga al servicio de la eclosión de todas las potencialidades humanas, los bienes materiales, espirituales y cognitivos que ha producido la humanidad de manera conjunta desde que el hombre es hombre sobre la tierra. El socialismo o como se llame en los tiempos que vendrán, no puede ser más que una cultura de la entrancia, la civilización del amor en todas sus formas. Una civilización (retomando a Engels) donde volvamos al útero reparador de la barbarie, después de haber alcanzado el máximo grado de desarrollo del que seamos capaces. Notas 1 La edad de los robots que no solo son inteligentes sino que también se reproducen, de la biotecnología, la cibernética y la decodificación del genoma humano. Fukuyama, Bill Joy y otros, sostienen que hoy la ciencia estaría en condiciones de lograr lo que la ingeniería social no a podido. 2 El consumismo tiene que ver en lo fundamental, conque el individuo centre su vida en el acceder a determinados productos, que por otro lado el mercado mismo le va imponiendo a cada momento. Frei Beto decía en una charla: “antes era el hombre el que le imprimía valor a los objetos, ahora son los objetos quienes le dan valor al hombre”. 3 Rodolfo Kusch, filósofo y antropólogo argentino autor entre otros trabajos de “América Profunda”. 4 Se refiere esta expresión al carácter retardatario y conservador que han asumido el dogma de muchas iglesias frente al conocimiento y la razón.